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Generosidad silenciosa: dar sin esperar recompensaSample

Generosidad silenciosa: dar sin esperar recompensa

DAY 1 OF 5

“Cuando… des un banquete… no invites a tus amigos, hermanos, parientes y vecinos… Pues ellos también te invitarán a ti, y esa será tu única recompensa… Al contrario, cuando tú des un banquete, invita a los pobres… inválidos… cojos y… ciegos; y serás feliz. Pues ellos no te pueden pagar, pero tú tendrás tu recompensa el día en que los justos resuciten”, Lucas 14:12-14 (NTV, DHH).

Jesús no prohíbe la comida social entre amigos, parientes y hermanos, sino que enfatiza la generosidad desinteresada. Jesús dice “cuando des”. Podemos dar cumpliendo un deber; por ejemplo, cuando pagamos los impuestos. Podemos dar demostrando orgullo y superioridad o podemos dar por interés, como si fuera una inversión, esperando que la otra persona ‘nos devuelva’ el favor que le hicimos. Esta forma de dar es muy común. Nos asociamos con quienes podemos obtener algún beneficio. O hacemos algo por alguien esperando que cuando surja la oportunidad también lo haga por nosotros. Tenemos grabado a fuego eso de “si yo hago algo por ti, tú deberías hacerlo por mí”. Cuántas decepciones, incluso en las familias y en las parejas cuando no se recibe en la misma proporción en la que se da: “fíjate cuánto doy yo y tú no das lo mismo”. Esta forma de dar no tiene recompensa. En primer lugar, cuando la persona no nos ‘paga la deuda’, es decir no nos devuelve el favor que le hicimos, nos sentimos defraudados y; en segundo lugar, perdemos la recompensa divina. Qué diferente sería todo si diéramos solo por quererlo. Nunca nos sentiríamos defraudados porque nadie nos debería algo. Cuando se da para recibir una recompensa, no se recibe ninguna; pero cuando se da sin pensar en recibir una recompensa, ¡se la recibe! ¡La única forma de dar que produce felicidad y es retribuida por Dios es la generosidad silenciosa!

Scripture

Day 2