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La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2021Sample

La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2021

DAY 75 OF 365

### «Yo era un esclavo» Sam Morris, de 23 años, era un ateo militante que se identificaba con las enseñanzas de los más fervientes opositores de la fe y la religión. Una noche se conectó a Internet y descubrió que estaba por comenzar un Alpha en un lugar próximo a su casa. Se dirigió a la iglesia pensando: «Voy a acabar con la fe unos cuantos de esos cristianos irracionales». Pero su encuentro con las enseñanzas y la persona de Jesucristo no fue lo que esperaba. Al finalizar el curso, escribió en el cuestionario de opiniones: «Descubrí que Jesús ejerce una atracción irresistible y he pasado de ser alguien sin nada de fe a alguien con una inmensa esperanza. Para mí la diferencia que implica estar sujeto a la libertad plena es pasar de vivir en un estado de falacias a vivir en la verdad». Tres meses después fue bautizado. Me dijo: « Soy libre de mi vida anterior. Era esclavo de un montón de cosas, era esclavo de la sociedad y de mis colegas […]. Pero ahora soy libre para vivir mi vida. Estoy entusiasmado por ver lo que Dios tiene reservado para mí». La salvación significa libertad. Sam tuvo una experiencia de cómo Jesucristo nos hace libres. ### Salmos 34:11-22 ## 1\. Experimenta una vida de libertad ¿Enfrentas grandes desafíos en tu vida, quizá en tus finanzas, relaciones, salud, familia o alguna otra situación difícil? Este salmo está lleno de dirección y maravillosas promesas para quienes enfrentan «muchos males» (v.19, DHH). Tu vida debería reflejar esta nueva libertad como hijo de Dios. El apóstol Pedro cita este salmo en una de sus cartas como evidencia de la clase de vida que debemos llevar. Pedro menciona el llamado de David a una vida justa añadiendo la explicación de que «para esto fueron llamados» (1 Pedro 3:9). «El que quiera amar la vida y gozar de días felices, que refrene su lengua de hablar el mal y sus labios de proferir engaños; que se aparte del mal y haga el bien; que busque la paz y la siga. Los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos, atentos a sus oraciones; el rostro del Señor está contra los que hacen el mal» (Salmo 34:12-16a; 1 Pedro 3:10-12). «El Señor […] salva» (Salmo 34:18). No puedes salvarte por tu cuenta, es el Señor quien te hace libre. Nuestro Dios nos rescata. Él mira tu vida y aguarda escuchar tu oración: «…sus oídos, atentos a sus oraciones» (v.15b). Cuando clamamos, «el Señor oye» (v.17a) y nos libera de todas nuestras «angustias» (v.17b). Cada año me gusta anotar en mi Biblia los «males» o «angustias» particulares del momento. Es sorprendente mirar hacia atrás y ver cómo Dios me ha librado. Me anima a clamar nuevamente. Dios no dice que no habrá tribulaciones (v.19a) sino que promete librarte de todas ellas (v.19b). Él está especialmente cerca de ti en los momentos difíciles, «El Señor está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido» (v.18). Cuando te enfrentas a un tiempo difícil puede que no sientas necesariamente que Dios está cerca, pero Él lo está: «Dios está ahí todo el tiempo» (v.19, MSG). «Pero el Señor salva la vida a sus siervos» (v.22a, DHH). Él promete que no hay condenación para «los que en él confían» (v.22b, ver Romanos 8:1). Participas de la santidad de Dios por medio de Cristo, por lo tanto, puedes incluirte en la categoría de «los justos» (Salmo 34:17,19,21). > Señor, gracias por la enorme cantidad de veces en que he clamado a ti y me has escuchado y librado. Ayúdame en este día a guardar mi lengua del mal, a procurar hacer bien y buscar la paz. Ayúdame a vivir en armonía con los demás, a no devolver mal por mal ni insulto por insulto, sino más bien responder bendiciendo. Gracias porque Cristo me ha hecho libre para disfrutar una vida de libertad. ### Lucas 1:57-80 ## 2\. Considera la grandeza de tu libertad El pueblo de Dios de aquella época sufría bajo la opresión del gobierno romano. Se sentían rodeados por las tinieblas y la muerte. Anhelaban un libertador que los hiciera libres de la pena y el dolor. Buscaban a alguien que pusiera las cosas en orden. Habían esperado por mucho tiempo. Zacarías era el padre de Juan el Bautista. Sus nueve meses de silencio pueden simbolizar el largo período de silencio profético que pronto llegaría a su fin. Cuando a Zacarías « se le desató la lengua, recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios» (v.64), fue «lleno del Espíritu Santo [y] profetizó» (v.67). El nacimiento de Juan el Bautista fue una ocasión de gran celebración, gozo y expectación (vv.57-66). Cuando Zacarías (incapaz de hablar) escribió «su nombre es Juan», tomó a todos por sorpresa. Y este asombro fue seguido por más sorpresas: la boca de Zacarías estaba abierta, su lengua liberada, estaba hablando y alabando a Dios (ver vv.63-64, MSG). Aun el nombre de Juan era una expresión de las bendiciones de Dios. Significa «el Señor es un dador misericordioso». Se dijo de Juan el Bautista que: «…el Señor mostraba su poder en favor de él» (v.66, DHH). Es una buena oración para pedir por ti, tu familia y tu comunidad: que el favor del Señor esté contigo. Zacarías fue lleno del Espíritu y profetizaba que la salvación estaba en camino. Dijo: «Nos ha enviado un poderoso salvador, un descendiente de David, su siervo» (v.69, DHH). Juan el Bautista haría «saber a su pueblo que Dios les perdona sus pecados y les da la salvación» (v.77, DHH). Zacarías ve que Dios acude para ofrecer salvación a su pueblo. Pero su profecía va mucho más allá de la salvación política. Algo más profundo y amplio estaba por ocurrir, cumpliendo las grandes promesas del Antiguo Testamento. Implicaría «redención» (v.68b), rescate de los enemigos (v.74a) y perdón de pecados (v.77b). La salvación es «la senda de la paz» (v.79). Zacarías, al describir la salvación, resume muchas de las libertades que Jesús nos traería: * Libertad del temor (v.74b) * Libertad para servir a Dios (v.74b) * Libertad para ser santos (v.75) * Libertad para ser justos (v.75) * Libertad de la muerte (v.79b) > Te alabo, Señor, porque me has rescatado de la esclavitud y has mostrado misericordia. Gracias por perdonar mis pecados. Gracias por darme libertad de la muerte y del temor. Gracias por haberme librado para servirte. Ayúdame hoy a servirte sin temor, en santidad y justicia, y guiar mis pies hacia el sendero de paz. Que tu mano esté conmigo. ### Números 4:1-5:10 ## 3\. Nunca des por sentada tu libertad ¿Sirves de algún modo en tu iglesia local? ¿Eres un colaborador o simplemente un consumidor? Dios tiene un rol y una responsabilidad para ti. En este pasaje del Antiguo Testamento vemos una anticipación y una prefiguración de la iglesia, donde cada miembro tiene un rol diferente que desempeñar (Efesios 4:7,11-13). Al leer sobre los coatitas, guersonitas y meraritas, cuyas edades estaban entre los treinta y los cincuenta, que vinieron «para servir», vemos que Dios asignó a cada individuo tareas específicas (Números 4:3-4,24-25,31-32), así como Dios hoy en día nos ha asignado trabajo específico para desempeñar en la iglesia. Para los israelitas, el ministerio estaba centrado en la Tienda del Encuentro, el lugar de la presencia de Dios. Hoy en día, la presencia de Dios está entre su pueblo en el cuerpo de Cristo. La obra y el ministerio al cual eres llamado se ordenan a la edificación del cuerpo de Cristo. Esta es una de las maneras en que experimentarás la presencia de Dios en la actualidad. La presencia de Dios no está confinada a un lugar particular sino, en cambio, se experimenta donde sea que su pueblo se encuentre. En este pasaje vemos que no podemos dar por sentada nuestra libertad. Se nos recuerda de la santidad de Dios y el hecho de que hizo falta que sucediera algo asombroso para lograr que tuvieras la clase de relación con Dios que ahora puedes disfrutar. Dios le recuerda a Moisés que cualquier clase de pecado implica un acto de infidelidad hacia Dios: «El hombre o la mujer que peque contra su prójimo, traiciona al Señor y tendrá que responder por ello» (5:6). La persona culpable debe confesar su pecado, hacer restitución y ofrecer un sacrificio de expiación (vv.6-8). Somos incapaces de hacer la expiación por nosotros mismos. La expiación debe ser hecha en nuestro favor. Eso es lo que hizo Jesús en la cruz. En otras palabras, Dios te capacitó para ser uno con él. La barrera del pecado fue removida por medio de Jesús de modo que tú y yo podemos decir: «Era esclavo, ahora soy libre». > Gracias Señor por liberarme para que pudiera llevar una vida de libertad. Oro para que nunca dé por sentada dicha libertad. Ayúdame a usar mi libertad para servirte y servir a los demás. Ayúdame a cumplir con mis responsabilidades de una forma que te agrade. ### Pippa Adds Salmo 34:18 «El Señor está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido». He visto incontables veces al amor del Señor sosteniendo de forma sobrenatural a quienes atraviesan grandes dificultades: «Muchas son las angustias del justo, pero el Señor lo librará de todas ellas» (Salmo 34:19). Me gustaría que el texto dijera que las angustias del justo son «pocas o ninguna», pero dice «muchas». Creo que si no pasáramos por tiempos difíciles no sabríamos que Dios es nuestro libertador y que podemos confiar en Él en tales momentos. #### References Nueva Versión Inernacional (NVI) Copyright © 1999 by Biblica, Inc

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