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La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2021Sample

La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2021

DAY 239 OF 365

### Ungido por Dios ¿Te has dado cuenta de que ahora estás «ungido» por Dios? La «unción» no es solo para algunos líderes cristianos especiales o los que tienen que predicar. Es para todos nosotros. ¿Sabes que esta unción te da poder sobre el pecado, la tentación y el mal? ¿Sabes que esta unción te da un acceso especial a Dios en alabanza y en oración? ¿Sabes que esta unción te capacita para proclamar el mensaje de Dios a otras personas? Todo esto es posible porque Dios te ha dado el Espíritu Santo. El Espíritu Santo no solo te garantiza tu futuro, Él es el pago por adelantado. «Él nos ungió , nos selló como propiedad suya y puso su Espíritu en nuestro corazón como garantía de sus promesas» (2 Corintios 1:21–22). Cuando firmas un contrato de preventa de una casa suele acompañarse con un depósito que no solo garantiza la operación de compra, sino que también es parte adelantada del pago. En palabras de The Message, Dios «por su Espíritu nos ha sellado con una promesa eterna, un comienzo seguro de lo que Él ha destinado que se cumpla» (v.21, MSG). Al darte el Espíritu Santo, Dios te ha dado ya este depósito por adelantado de lo que un día recibirás plenamente. ¿Qué significa, en la práctica, esta unción del Espíritu Santo? ### Salmos 103:13-22 ## 1\. Experimenta el amor paternal de Dios por ti ahora En cuanto nuestros hijos nacieron, Pippa y yo sentimos un desbordante amor por ellos que continua hoy en día. Ese es el instinto natural de todo padre. Sentimos un amor profundamente arraigado por nuestros hijos que no se basa en sus logros o desempeños, sino simplemente en quiénes son. Así es como Dios te ama, y aún más que eso. «Tan compasivo es el Señor con los que le temen como lo es un padre con sus hijos» (v.13). ¿Has sentido alguna vez el amor que Dios te tiene? ¿Sabes cuan profundamente que te ama, más de lo que ningún progenitor ama a su hijo? ¿Has experimentado cómo se derrama este amor en tu corazón por el Espíritu Santo? Dios quiere que experimentes ese amor paternal ahora mismo y que sepas que continuará para siempre. David parece ver un destello del hecho de que este amor no es algo solamente para esta vida: «Pero el amor del Señor es eterno y siempre está con los que le temen; su justicia está con los hijos de sus hijos, con los que cumplen su pacto y se acuerdan de sus preceptos para ponerlos por obra» (vv.17–18). > «¡Alaba, alma mía, al Señor!» (v.22). Te alabo Señor, por Tu sorprendente amor y compasión hacia mí, aún más grande que la compasión de ningún padre por su hijo. Gracias porque me has ungido y has puesto Tu Espíritu en mi corazón para que pueda experimentar ese amor ahora mismo. ### 2 Corintios 1:12-22 ## 2\. Experimenta las promesas de Dios ahora ¿Te das cuenta de que todas las promesas de Dios son para ti? «Porque todas las promesas de Dios son en él “sí” y, por tanto, también por medio de él decimos “amén” a Dios» (v.20, RVA-2015). Por el Espíritu Santo, Dios ha puesto Su «sí» en nosotros «Él nos ungió, nos selló como propiedad suya y puso su Espíritu en nuestro corazón como garantía de sus promesas» (vv.21–22). Es como si las promesas de Dios en el Antiguo Testamento hubieran sido subrayadas y reafirmadas en Jesús. Como explica san Pablo: «Todas las promesas que ha hecho Dios son “sí” en Cristo» (v.20). Vemos la expresión definitiva del amor de Dios en la cruz , y conocemos la experiencia definitiva del amor de Dios por medio del Espíritu Santo . Lo que está escondido en el Antiguo Testamento, es revelado en el Nuevo Testamento. En Cristo, disfrutarás para siempre del amor de Dios que es eterno. Como explica san Pablo: «Dios es el que nos mantiene firmes en Cristo, tanto a nosotros como a ustedes. Él nos ungió, nos selló como propiedad suya y puso su Espíritu en nuestro corazón como garantía de sus promesas» (vv.21–22). Es el mismo Dios que ungió a Pablo y a los Corintios. No son ungidos solamente un cierto tipo de cristianos. Sabemos que «a Jesús de Nazaret: […] lo ungió Dios con el Espíritu Santo y con poder» (Hechos 10:38). Lo que es tan sorprendente es que el mismo Espíritu que ungió a Jesús, te ha ungido a ti. Estás «ungido» por el Espíritu Santo, igual que yo. El Espíritu de Dios que vive en ti como «garantía» también es quien te da Su «unción». Para comprender lo rica y hermosa que es esta promesa, necesitamos comprender el trasfondo del Antiguo Testamento. > Señor, muchas gracias porque todas las promesas de Dios encuentran su «sí» en Cristo (2 Corintios 1:20). Gracias porque me has ungido con Tu «sello de propiedad» (v.22) y has puesto Tu Espíritu en mi corazón «como garantía de tus promesas» (v.22). ### 2 Crónicas 29:1-31:1 ## 3\. Experimenta ahora la unción de Dios en tu vida En el Antiguo Testamento, fueron ungidos tres grupos de personas: reyes, sacerdotes y profetas. Por medio de la obra del Espíritu Santo en nosotros, ahora todos estamos ungidos con una unción real, sacerdotal y profética . ¿Qué significa esto en la práctica? * Unción real Tienes una unción real para la batalla contra la tentación, el pecado y el mal. Ezequías era el rey ungido . El rey tenía que liderar al pueblo en sus dificultades y sus  batallas. Ezequías era un buen rey (29:2). «Se levantó muy de mañana y reunió a los jefes de la ciudad» (v.20). Restauraron el Templo y celebraron la Pascua, deshaciéndose de los falsos ídolos (31:1). Ezequías los invitó: « No sean como sus antepasados, ni como sus hermanos, que se rebelaron contra el Señor […]Sométanse al Señor, y entren en su santuario, que él consagró para siempre […] El Señor su Dios es compasivo y misericordioso. Si ustedes se vuelven a él, jamás los abandonará» (30:7–10). El padre Raniero Cantalamessa escribe que la unción real significa que el Espíritu Santo «urge a Jesús y la Iglesia en su lucha contra Satanás». Todos tenemos esta unción real . El Espíritu Santo nos exhorta a cada uno a batallar contra la tentación, el pecado y el mal. Puedes clamar al Espíritu Santo para que te ayude cuando seas tentado, sabiendo que Él vendrá a tu lado y te dará la fuerza para resistir. * Unción sacerdotal Tienes la unción sacerdotal para orar y alabar. Los sacerdotes en el Antiguo Testamento, y en particular en este pasaje, fueron ungidos para ser mediadores entre Dios y los seres humanos. Vemos aquí que hacían sacrificios de todos, corderos, cabras y demás (29:20 en adelante). Derramaban la sangre de los novillos y los corderos sobre el altar. Imponían sus manos sobre las cabras y las sacrificaban. Aquellas eran las ofrendas de expiación por los pecados. «Los levitas y los sacerdotes alababan al Señor todos los días, y le entonaban cantos al son de sus instrumentos musicales. Y Ezequías felicitó a los levitas que habían tenido una buena disposición para servir al Señor» (30:21-22). Jesús cumplió esta unción sacerdotal muriendo como el cordero de Dios cuya sangre fue derramada para quitar nuestros pecados. Aquel fue el único y definitivo sacrificio por el pecado. Hay otro sentido en el que la unción sacerdotal nos viene a nosotros, la iglesia. Hemos recibido la unción sacerdotal de Jesús: «Ustedes son […] real sacerdocio » (1 Pedro 2:9). El Espíritu urge a Jesús y a la iglesia a orar. En tus oraciones ante Dios, tienes un ministerio sacerdotal como intercesor en favor del pueblo. * Unción profética Tienes una unción profética para contar las buenas noticias de Jesús. El cronista se refiere a «Natán el profeta» (2 Crónicas 29:25) y dice: «Este mandato lo dio el Señor por medio de sus profetas» (v.25). Los profetas del Antiguo Testamento fueron ungidos para anunciar la palabra del Señor. El Espíritu ungió a Jesús en su bautismo para predicar la buena noticia a los pobres. El mismo Espíritu Santo te unge para anunciar sus palabras hoy. Tú tienes esa unción profética. La iglesia es el agente de Dios para anunciar la buena noticia de Jesús al mundo. Cada vez que le cuentas a un amigo acerca de Jesús, lo invitas a Alpha por ejemplo, o le hablas a su vida de alguna manera, estás poniendo en obra este llamado. > Señor, ayúdame hoy en la batalla contra el pecado. No me dejes caer en la tentación, más líbrame del mal. Ayúdame a ejercer la unción real en la batalla contra el pecado y el mal. Ayúdame también en nuestra unción sacerdotal de orar y alabar. Ayúdame a ser más fiel a la hora de orar por los demás. Ayúdame en nuestra unción profética. Ayúdame a llevar la buena noticia a los pobres, a sanar a los que tienen roto el corazón, a proclamar la libertad para los cautivos, y a traer el aceite de la alegría que viene del Espíritu Santo a aquellos que se lamentan y están desesperados. (Isaías 61:1–3; Lucas 4:18–19). ### Pippa Adds Salmo 103:16 « […] sacudida por el viento, desaparece sin dejar rastro alguno». La vida pasa demasiado aprisa, igual que nuestras vacaciones. Pronto no serán recordadas, pero lo bueno es que, Dios es eterno (v.17). #### References Nueva Versión Inernacional (NVI) Copyright © 1999 by Biblica, Inc

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