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La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2021Sample

La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2021

DAY 229 OF 365

### Cómo disfrutar de Dios Hemos sido creados para alabar a Dios, pero ¿p or qué habría de crear Dios a los seres humanos para recibir su alabanza? ¿Acaso no es, como algunos sugieren, pura vanidad? Para comprender esto me ayudó mucho hace años la explicación de C.S. Lewis en sus Reflexiones sobre los salmos. Escribió: «El hecho más obvio acerca de la alabanza […] extrañamente se me escapó […] nunca me había dado cuenta de todo el disfrute que espontáneamente desborda con la alabanza […] el mundo resuena de alabanza […] paseantes que alaban en el campo, jugadores que alaban a su equipo favorito, alabanza del tiempo, los vinos, los platos, los actores, los caballos, los colegios, las naciones, los personajes históricos, los niños, las flores, las montañas, los sellos valiosos, los libros valiosos e incluso alguna vez, los políticos y los académicos... Mi dificultad principal y más general con la alabanza a Dios dependía absurdamente de mí, negándonos aquello en lo que nos gozamos, el valor supremo, aquello que de hecho no podemos evitar hacer por encima de todo lo demás que valoramos. Creo que nos deleitamos en alabar lo que disfrutamos porque la alabanza no expresa meramente el disfrute , sino que lo completa ; es su consumación natural. Los enamorados no se dicen el uno al otro lo hermoso que es para halagarse, sino porque el disfrute es incompleto hasta que no es expresado». En otras palabras, la alabanza es la consumación del gozo. Nuestro gozo no es completo hasta que no se expresa en la alabanza. Dios nos creó para la alabanza precisamente por su amor por nosotros. De acuerdo con el catecismo abreviado de Westminster, «el fin primordial de la humanidad es glorificar a Dios y disfrutar de Él para siempre». ### Salmos 98:1-9 ## 1\. El canto y la música El salmista llama al pueblo a alabar a Dios con canciones y música: « Canten al Señor un cántico nuevo … Aclamen alegres al Señor ; Prorrumpan en alegres cánticos y salmos» (vv.1,4–5). Este salmo está lleno del ruido que se produce cuando al pueblo se le pide celebrar la bondad de Dios en una variedad de maneras diferentes. Se da una llamada a cantar, gritar de júbilo, tocar instrumentos e incluso aplaudir en nuestra celebración de Dios: « Aclamen alegres al Señor, habitantes de toda la tierra! ¡Prorrumpan en alegres cánticos y salmos! ¡Canten salmos al Señor al son del arpa, al son del arpa y de coros melodiosos! ¡Aclamen alegres al Señor, el Rey, al son de clarines y trompetas ! ¡Brame el mar y todo lo que él contiene; el mundo y todos sus habitantes!» (vv.4–7). Todo esto es una respuesta a aquello que Dios ha hecho por nosotros. Estamos llamados a alabar al Señor que es Salvador (vv.1–3), Rey (vv.4–6) y Juez (vv.7–9). Al leer esto desde la óptica de Jesús, podemos ver cómo este salmo es profético. Jesús es quien está «a la derecha» de Dios quien «ha hecho maravillas» (v.1). Él ha dado a conocer la salvación de Dios y «mostrado su justicia a las naciones (v.2)», (ver también Romanos 3:21). Hay una anticipación jubilosa de la restauración universal de todas las cosas cuando el Salvador venga a juzgar la tierra (Salmo 98:9). Entonces, toda la creación será restaurada (vv.7–8). Como lo explica san Pablo: «La creación aguarda con ansiedad la revelación de los hijos de Dios… la creación misma ha de ser liberada de la corrupción que la esclaviza, para así alcanzar la gloriosa libertad de los hijos de Dios» (Romanos 8:19–21). Este salmo progresa en un in crescendo de alabanza, que va desde la comunidad adoradora del pueblo de Dios (Salmo 98:1–3), a todos los pueblos (vv.4–6),  y finalmente a toda la creación (vv.7–9). > Señor, te alabo hoy. Gracias por salvarme. Gracias por tu amor y tu fidelidad. Gracias porque puedo alabarte con gozo, con canciones de júbilo, con música y gritos. Gracias porque puedo confiar en la ecuanimidad de Tus juicios, porque juzgarás al mundo con rectitud y a los pueblos equitativamente. ### 1 Corintios 11:2-34 ## 2\.  Asombro y acción de gracias Lo primero que hace Pablo es abordar el problema de la honra y lo  apropiado en la alabanza, y en particular, estudia el papel y el lugar de las mujeres en la misma. Se han derramado ríos de tinta discutiendo lo que significa este pasaje. Hay un acuerdo general sobre el hecho de que, en gran parte, es un asunto cultural (por ejemplo, muy pocas iglesias esperan que las mujeres se cubran la cabeza). Lo que está claro es que se esperaba que tanto los hombres como las mujeres oraran y profetizaran en los servicios (vv.4–5). También está claro que hay una igualdad de sexos y una mutua dependencia (vv.11–12): «Ni la mujer existe aparte del hombre ni el hombre aparte de la mujer...» (v.11). Como dice la traducción The Message: «Dejémonos de andar siempre preguntándonos quién tiene la primacía» (vv.11–12, MSG). Después, Pablo prosigue hablando de la «Cena del Señor» (v.20), o «la Eucaristía», como la llama en otro lugar ( Eucharistéin es un verbo griego que significa «dar gracias»). Esta es, probablemente, la narración más temprana de este elemento de nuestros servicios de culto. Ha sido parte vital de la alabanza cristiana durante los últimos 2 000 años, y es celebrada casi universalmente en la iglesia por todo el mundo. Una vez más, se han dado una inmensa cantidad de polémicas acerca de lo que Pablo quiso decir exactamente. Pero, leyendo este pasaje, me parece que hay unas cuantas cosas claras: * Es algo frecuente Hay una expectativa de que «cuando se reúnen» en sus «encuentros» (vv.17,20), se hará «la cena del Señor». * Es importante Jesús nos dice «hagan esto» (v.24). Las consecuencias de no hacerlo de la manera adecuada son muy serias (v.27 en adelante). «Así que cada uno debe examinarse a sí mismo antes de comer el pan y beber de la copa» (v.28, MSG). * Es proclamación Esta es una de las maneras en las que proclamas el evangelio. «Porque cada vez que comen este pan y beben de esta copa, proclaman la muerte del Señor hasta que él venga» (v.26). * Conllevaba tanto recordar a Jesús (vv.24–25) como reconocer el cuerpo del Señor (v.29). * Es una participación en el cuerpo y la sangre de Jesús  (10:14 en adelante). La palabra griega usada aquí es koinonia , que también significa «compartir» o «fraternidad». Es una manera de recibir y compartir los beneficios de la muerte de Jesús. Es una forma de acción de gracias. Bebemos de la copa «de acción de gracias» (v.16). * Es una expresión de unidad. «Hay un solo pan del cual todos participamos; por eso, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo» (v.17). Una de las mayores tragedias de la historia de la iglesia es la manera en la que esta grandiosa expresión de la unidad se ha convertido en una causa de división. * Anticipa el regreso del Señor. Estás proclamando « la muerte del Señor hasta que él venga » (11:26). El vino y el pan son el cuerpo y la sangre de Jesús (vv.24–25). Esta es una de las maneras en las que experimentamos su presencia hoy en día. Por supuesto, lo que esto significa exactamente ha sido objeto de abundantes disquisiciones, debates y controversias. Una forma de abordar el tema sería, quizás, simplemente aceptar que es un misterio y no intentar ir más allá de las Escrituras especulando demasiado acerca de cómo funciona exactamente. > Señor, ayúdame a alabarte de un modo correcto y adecuado que te agrade. Ayúdame a centrarme en Jesús. Ayúdame a encontrar mi propósito en alabarte y en el disfrute para siempre de Ti. ### 2 Crónicas 7:11-9:31 ## 3\. Integridad y pasión Salomón llevó «a feliz término todo lo que se había propuesto hacer en ellos» (7:11), glorificando a Dios por medio de lo que había realizado. El cronista centra su narración de los reinados de David y Salomón en la construcción del lugar para alabar a Dios , el templo de Jerusalén. Para él, todo lo demás de sus reinados se difuminaba virtualmente hasta la insignificancia. Construyeron la casa de alabanza y Dios los bendijo prolijamente. La fama de Salomón se propagó (como leemos en los capítulos 8 y 9). La reina de Sabá vino a visitarlo y quedó tan fascinada por lo que vio (9:1–7) que hasta ella misma alabó al Señor (v.8). (Es interesante ver que, a la luz del Nuevo Testamento, no se plantea ninguna cuestión acerca del hecho que una mujer reine sobre una nación). El esplendor de Salomón fue grande. Después de que hubiera construido el Templo, el Señor se le apareció y le dijo: «… si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra» (7:14). Con justicia este versículo es famoso y se usa con frecuencia como una guía para la alabanza y la oración. En él vemos las condiciones para que nuestra alabanza sea íntegra. También vemos las condiciones necesarias para el reavivamiento. En él, vemos que necesitamos hacer cuatro cosas: * Humillarnos * Orar * Buscar el rostro de Dios * Abandonar nuestros malos caminos Si lo hacemos, Dios promete que hará tres cosas: * Escuchar desde el cielo * Perdonar nuestro pecado * Sanar la tierra > Señor, hoy quiero humillarme y orar, buscando Tu rostro y arrepintiéndome de mis pecados. Te pido que escuches desde el cielo y perdones nuestro pecado, sanando nuestra tierra. Que te glorifiquemos y te disfrutemos para siempre. ### Pippa Adds 2 Crónicas 8:11 «Mi esposa no debe vivir en el palacio de David, rey de Israel, porque los lugares donde ha estado el arca del Señor son sagrados». Asumo que la hija del faraón no podía vivir ahí porque no alababa a Dios y ¡no por ninguna otra razón! #### References Nueva Versión Inernacional (NVI) Copyright © 1999 by Biblica, Inc

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