Llenos de las riquezas en CristoSample

## Los componentes de esta oración Al examinar juntos la oración contenida en 1 Pedro 1:3-5, consideremos ocho aspectos: 1\. Su contexto, para que percibamos quiénes son todos los que están incluidos en las palabras «nos ha hecho nacer de nuevo». 2\. Su naturaleza, una doxología, «Alabado sea Dios». 3\. A quién se dirige: «Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo». 4\. Su recurso: «su gran misericordia». 5\. Su incentivo: «nos ha hecho nacer de nuevo... para que tengamos una esperanza viva». 6\. Su fundamento: «mediante la resurrección de Jesucristo». 7\. Su sustancia: «una herencia indestructible incontaminada e inmarchitable. Tal herencia está reservada en el cielo para ustedes». 8\. Su garantía: «a quienes el poder de Dios protege mediante la fe». Aquí hay muchos asuntos de interés y de profunda importancia. Por eso, sería un error de nuestra parte despedir apresuradamente un pasaje como este, haciendo solamente, unas pocas observaciones generales. Estos versículos contienen una enorme riqueza, de gozosas reflexiones espirituales que edificarán la mente, moverán la voluntad y los afectos de todo santo que medita adecuadamente en la Palabra y ora reverentemente a Dios, para apropiarse de las riquezas contenidas en esta oración. ### La presciencia de Dios es la base de la elección En primer lugar, consideremos su contexto. El apóstol ofrece una doxología, describe conforme a sus circunstancias literales y figuradas. Luego, se les describe por sus características espirituales: «a los elegidos… según la presciencia de Dios el Padre, mediante la obra santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser redimidos por su sangre». El Diccionario Bíblico Ilustrado define el término presciencia, como el conocimiento anticipado que Dios tiene de todo, antes de que suceda; se debe entender, como el propósito eterno de Dios, donde se desarrolla su plan amoroso previamente concebido. Pedro alude, que la presciencia es la fuente u origen de la elección, es decir, a la inmerecida buena voluntad y aprobación de Dios. Es por esto, que las traducciones modernas vierten el original de esta manera: «a los elegidos... objeto del designio de Dios» (CB), «a los elegidos... conforme al proyecto de Dios» (Nueva Biblia Española). La palabra «elegido», viene del término griego «eklektóis», que significa: entresacar, seleccionar con mucho cuidado. Cuando esta palabra se refiere al acto divino, encierra la idea de una decidida preferencia por el objeto escogido y un verdadero placer en Él.