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Comunidad Cristiana Internacional | MiCasaCCI

Elegidos por Dios | Serie: ¡Bendecidos! | Servicio Presencial

Elegidos por Dios | Serie: ¡Bendecidos! | Servicio Presencial

Hay una hermosura en la bendeidión de ser elegidos, de ser diferentes, de no encajar, pero hay conceptos en nuestra mente que nos impiden entender con claridad, la intención y la riqueza que hay en algunos conceptos, por años la santidad ha sido asociaeda a un monton de cosas que no se púeden hacer y ese concepto erratico y limitado lo ha utilizado el diablo en muchas ocasiones para alejar a las personas de la bendeición de ser como Dios es. Dios es Santo y nosotros tambien, es la clara imagen de Dios en nosotros.

Locations & Times

Salón Comunal Villa Amalia

AV CL 72 110 13, Bogotá, Colombia

Saturday 6:00 PM

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El Termino Santidad

BENDECIDOS POR SU ELECCIÓN (Soberania o prerrogativa de Rey)
1. Dios nos ha elegido no por nuestra bondad y acciones, sino aun desde antes de que tan siquiera pudieramos pecar, lo hizo en Cristo.

2. Para ser santos e intachables ante sus ojos.
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La respuesta de Jesús a la pregunta de sus enemigos era simple, pero conte­nía una profunda verdad.
Como un hombre de reino, Jesús reconocía que todos los sistemas de gobierno tienen reclamos y demandas legítimas de su ciudadanía.
Él simplemente dijo que debíamos darle a cada gobierno lo que le corresponda.

¿Por qué?
Cada reino terrenal tiene su propio sistema de impuestos.
La moneda utilizada para pagar los impuestos a Roma llevaba la imagen del César, eso significaba que el César las reclamaba como propias.
Él era el rey y simplemente estaba pidiendo lo que era suyo.
Todo lo que llevara la imagen del César le pertenecía a él
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TODO LO QUE LLEVA LA IMAGEN DE DIOS LE PERTENECE
Como seres creados a imagen de Dios, nosotros le pertenecemos a Él, y Él puede reclamarnos de una manera que ningún reino terrenal puede. Los líderes humanos de la nación en donde vivimos y trabajamos y quienes nos otorgan la ciudadanía pueden hacernos reclamos legítimos sobre nuestro tiempo, dinero, labor, pero no pueden reclamar nuestro carácter.

Nosotros portamos una imagen más profunda y respondemos a una demanda supe­rior porque le pertenecemos a Dios.
Si el «César» pide nuestro dinero, debemos dárselo, porque pagar nues­tros impuestos es una responsabilidad como ciudadanos de un país libre, pero si nos pide nuestra lealtad principal, allí es donde debemos trazar el límite.
BENDECIDOS PARA SER SANTOS Y SIN MANCHA
Santidad es saber quienes somos y hacia donde vamos
Santidad es ser diferentes, tenemos una posición distinta y distinguida en este mundo.
DANIEL Y EL REINO (DANIEL 6)
Cuando el rey sobrepasó su autoridad y demandó de Daniel una lealtad que solamente se le debía a Dios, entonces Daniel silenciosa pero deliberadamente se negó.
Mediante sus acciones, es­taba diciéndole al Rey: «Tú mandas sobre mi tiempo, mi dinero, mi trabajo y, en asuntos de estado, sobre mi lealtad, pero tú no mandas sobre mi alma. Mi alma está estampada con una imagen superior, la imagen de Aquel que me demanda la mayor de las lealtades».
TRES JUDÍOS Y EL REINO (DANIEL 3)

Daniel también escribió sobre otros tres judíos exiliados quienes, al igual que él, eran oficiales del gobierno y también entendían y obedecían los principios del Reino. Sadrac, Mesac y Abednego rehusaron directamente obedecer las órdenes del rey de inclinarse y adorar un ídolo que él había erigido.

Como resultado, fueron echados en un horno ardiendo, tan ca­liente que mató a los hombres que los habían arrojado adentro de él.
Dios los protegió y los liberó sanos y salvos de las llamas, y ellos continuaron sirviéndolo a Él y a su rey por muchos años más

Su testi­monio era el mismo que el de Daniel: en cuestiones del espíritu, Dios nos demanda una lealtad indivisible.
USTED Y EL REINO
Usted puede trabajar en una oficina, y tal vez su jefe venga pidiéndole que haga algo que usted sabe que no es lo correcto. Puede ser algo poco ético o incluso ilegal ¿qué debe hacer? Si usted está comprometido con los principios del Reino debería con todo respeto, pero también firmeza, recordarle a su jefe que aunque él pueda hacer demandas de su tiempo y labor mientras está en el trabajo, no puede hacer demandas que afecten su carácter. Él puede ser el dueño de los papeles, las lapiceras, los clips, la computadora y aun la empresa, pero no es el dueño de su vida. Levántese y defienda lo que es justo, aun si eso pone su puesto de trabajo en riesgo. Una vez que usted negocie su carácter e integridad por un simple empleo, entonces su jefe pasará a ser su dueño. Recuerde que tiene una imagen más profunda grabada en usted y que responde a una autoridad más alta porque pertenece a otro Reino.
Tal es el desafío de vivir en dos reinos. Cada uno hace sus demandas sobre nosotros todos los días, y esas demandas exigen elecciones de nuestra parte. Siempre que estas no entren en conflicto mutuamente, está todo bien. Durante el tiempo en que el conflicto asoma, mostramos lo que realmente creemos y dónde está nuestra verdadera lealtad.

Veamos el concepto de santidad

En este video, exploramos la paradoja que la santidad de Dios presenta a los seres humanos. Dios es el único Creador, separado de toda la realidad y autor de toda bondad. Sin embargo, esa bondad puede volverse peligrosa para los humanos que son mortales y moralmente corruptos. En última instancia, esta paradoja es resuelta por Jesús, quien encarna la santidad de Dios y quien vino a sanar su creación.
https://youtu.be/3clgkz-40Sw
CONCLUSIONES

No podemos ser ciudadanos efectivos del Reino de Dios y continuar pensando en forma democrática.

Debemos hacer a un lado nuestra mentalidad democrática y comenzar a pensar como ciudadanos del Reino.

Como seres creados a imagen de Dios, le pertenecemos a Él, y Él puede reclamarnos en un modo que ningún reino terrenal puede hacerlo.

En cuestiones del espíritu, Dios demanda una lealtad indivisible.