No Tengas Miedo: Devociones del Ministerio Tiempo de GraciaMuestra

Dios obra grandes cosas incluso por medio de personas insignificantes

¡Qué gran cambio se produce en la mente y en la imaginación cuando uno se da cuenta de que no es la estrella de su propia pieza teatral, cuando se da cuenta de que en realidad está trabajando para Dios y no al revés! ¡Usted es un empleado en la compañía de Dios! Eso significa que él establece el perfil de su trabajo, le asigna el salario, y determina su paquete de beneficios.

Hay un gran alivio cuando uno cae en cuenta de que la vida terrenal no es lo único que importa. Este es el tiempo de formación; Dios nos está usando para lo que nos necesita, y muchas veces no podemos ver con claridad nuestra influencia o funciones. A veces somos útiles para sus propósitos siendo fuertes; a veces, siendo quebrantados. A veces, somos útiles a sus propósitos siendo famosos como triunfadores y, a veces “fracasando”. Lo que importa es que aceptemos con entusiasmo su orientación y aceptemos con alegría su lugar en nuestra vida y las oportunidades que nos da.

Esta es la brillante esperanza que nos da: “Y como mi pueblo ha tenido que sufrir doble porción de deshonra e insultos, por eso recibirá en su país doble porción de riquezas y gozará de eterna alegría” (Isaías 61:7).

Dios tiene siempre la última palabra; aunque en este momento usted sienta que ha fracasado, la última palabra de Dios es ¡Ganador!