Dios De MilagrosMuestra

Dios de milagros

Bendiciones al comenzar esta nueva y especial semana juntos, gracias por tomarte este tiempo para compartir conmigo. Esta semana quiero hablar de una hermosa verdad: tenemos un Dios de milagros, y la primera pregunta es, mi amigo, mi amiga, ¿lo crees?

Recuerdo que hace un par de años, tuve un debate con un amigo durante un estudio bíblico acerca de este tema.

El decía que los grandes y hermosos milagros que vemos en la Biblia pertenecieron a un tiempo y espacio específico, pero que Dios ya no obra de esa manera. Bueno, en aquel momento le dije: ¡Yo no creo eso ni estoy de acuerdo!

Todo lo que veo en la Palabra de Dios es una muestra de que tenemos un Dios que sigue obrando milagros, que sigue haciendo lo imposible. Dios sigue respondiendo oraciones más allá de lo que podemos imaginar.

Este es el Dios a quien sirvo y amo, un Dios de milagros, el Dios de lo imposible. Y tú, ¿crees en un Dios de milagros?

Mira la tremenda verdad que encontramos en Mateo 13:58: “Y no hizo allí muchos milagros debido a la incredulidad de ellos".

¡Wow! Jesús no dejó de hacer milagros porque no pudiera o no quisiera, sino porque la incredulidad de la gente limita lo que Él quiere hacer. ¡Entre más fe tengamos, más milagros veremos! Es como dice Santiago capítulo uno, ahí nos dice que el que pida algo, debe pedirlo con fe, sin dudar, porque el que duda que no piense que va a recibir algo del Señor.

Entonces déjame decírtelo una vez más; ¡entre más fe tengamos, más milagros veremos! Déjame terminar con este hermoso salmo, y una palabra de ánimo: “Dios mío, ¡no hay Dios tan grande como tú! ¡Todo lo que haces es perfecto! Tú eres el Dios que hace milagros, que muestra su poder entre los pueblos".

Dios te ama y está haciendo milagros en tu vida, y si estás esperando un milagro en específico, sigue pidiendo, creyendo en el Dios de imposibles, ¡recordando que tú mismo/a eres un milagro!

Este plan nace del deseo de abrir los ojos a lo extraordinario escondido en lo cotidiano: la oración que fue respondida sin ruido, la puerta que se abrió justo a tiempo, el corazón que sanó después de tanto dolor. Recuerda: Te invitamos a mirar con fe otros planes de UMCD que encontrarás siguiendo este enlace . Nos vemos allí.