El Nombre Sobre Todo NombreMuestra

Toda rodilla se doblará

"Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra" (Filipenses 2:10 RVR1960).

El universo entero se inclinará ante Cristo, no por imposición, sino por reconocimiento de su gloria.

El propósito de la exaltación de Cristo no es su propio engrandecimiento, sino la manifestación universal de su señorío. Pablo describe una escena cósmica: toda rodilla se doblará ante Jesús. Los ángeles adorarán, los redimidos se postrarán y aun los enemigos reconocerán su autoridad.

La sumisión a Cristo es inevitable, pero lo decisivo es cuándo se doblará la rodilla: ahora, en adoración voluntaria, o en el juicio, por obligación. Quien se humilla hoy ante el Señor vive en libertad; quien resiste su señorío vivirá en derrota.

Doblar la rodilla expresa más que reverencia: es rendición total del corazón. Adorar a Cristo no se limita a palabras; es una vida sometida a su voluntad (Romanos 14:11).

La historia no termina con el orgullo humano, sino con la gloria del Hijo. Cada acto de adoración en la tierra anticipa ese día glorioso en que toda rodilla se doblará ante Él.

¿Tu vida diaria refleja una rodilla doblada ante Cristo o un corazón que aún lucha por el control?