Saetas Que Impactan GeneracionesMuestra

Día 4: Saetas que Sanan

“El Espíritu del Señor está sobre mí… me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón” (Lucas 4:18, RVR1960).

Dios no sólo usa a nuestros hijos para alcanzar a otros, sino también para sanar corazones. Sus palabras, sus oraciones y su compasión pueden convertirse en bálsamo para muchos.

Un día, la maestra de mi hijo Matthew me envió este mensaje:
"Señora Gómez, hoy Dios me enseñó una gran lección. Me mostró que Él puede hablarme a través de mis estudiantes. Hoy, Matthew trajo ánimo y sanidad a mi corazón".

Ese día, Matthew vio a su maestra de Biblia llorando sola en un rincón del salón. Su corazón se llenó de compasión, se acercó y le preguntó si podía ayudarla. Ella le explicó que había recibido un mensaje que la había herido profundamente. Con valentía y ternura, Matthew le respondió:

"Señora Esmi, usted es maestra de Biblia. ¿Cree que el diablo no va a querer atacarla? Usted está ayudando a muchos jóvenes a conocer y acercarse a Dios al enseñarnos Su Palabra. Usted es fuerte, no deje que esto la desanime. ¡Pobre diablo! Dios está con usted"

Ese momento fue solo una de muchas ocasiones en que he visto a Dios usar a Matthew como una saeta que trae sanidad al corazón de otros.

Querida mamá, tus pequeños también pueden ser puentes de sanidad y libertad. Ya son escogidos por Dios. Anímalos a servir en la iglesia local, a orar por sus compañeros de escuela, o incluso a escribir notitas de ánimo para repartir en su comunidad. Tus hijos pueden ser saetas de sanidad.

Oremos
Señor, te pedimos que nuestros hijos sean instrumentos de sanidad. Que dondequiera que vayan lleven esperanza, restauración y tu amor. Que sus palabras y acciones toquen los corazones de niños, jóvenes y adultos, siendo canales de tu gracia. Presentamos a cada niño y niña que están en el sistema de adopción o en hogares de crianza temporal. Padre, que experimenten tu presencia como bálsamo de amor y restauración. Úsanos a nosotras—con hijos o sin ellos—como portadoras de esperanza y sanidad para esos pequeños que han enfrentado separación y dolor. Señor, restaura su identidad y revela su valor en Ti.
Lo pedimos en el nombre poderoso de Jesús, amén.