Dios De PasillosMuestra

Esperar en medio de procesos difíciles es algo que pareciera ser un factor común dentro de nuestras vidas. Te decía en el primer día que los sucesos serían complicados, la realidad es que esto hace que la paciencia sea una virtud difícil de llevar, pero después de eso, Jesús también dijo “Confíen, yo vencí al mundo”, así que tú tranquilo…

En los momentos en los que nos encontremos, Dios está con nosotros, pero más importante que saber que está con nosotros, es estar conscientes de que nos moldea para hacer crecer nuestra fe y confianza en Él, es en los pasillos donde nos prepara para cuando se abra una puerta. Es ahí donde Dios trabaja nuestros corazones y es antes de abrir la puerta donde Dios nos alista para poder entrar por ella.

Nuestra segunda historia es la del rey David, quien antes de ser rey fue un jovencito que mató a Goliat y enfrentó de todo con valentía en su adolescencia y que como José, recibió una promesa, pero no solo eso, sino que también fue ungido. Dentro de su vida vemos un momento clave junto al profeta Samuel en donde es nombrado como el nuevo rey de Israel, sin embargo, de este momento hasta que se cumplió su llamado pasaron muchos años, muchos eventos importantes y muchos momentos en donde Dios trabajó en el corazón de David. Desde ser envidiado por el rey Saúl, vivir en persecución, vivir escondido y más, pero hay una cualidad que sale a relucir de todo lo que pasó David, su corazón. Para llegar a ser Rey tuvo que ser moldeado en muchos aspectos de su vida, antes de que esa puerta se abriera tuvo que ser trabajado por el Señor.

Alguna vez escuché a un predicador decir “Las bendiciones sin proceso pueden transformarse en cargas” y es que si no estás listo para un nuevo escalón, puedes tropezar fácilmente. La Biblia nos habla de ello, Dios moldea el corazón para lo que ha sido llamado y es necesario ser transformados, para que nuestra fe madure. Hay ventajas en los tiempos de espera, Dios siempre está con nosotros y en su presencia somos perfeccionados para toda buena obra. Creo que con estas dos ventajas podemos ir sentando las bases para esperar en los pasillos y para adorar a Dios en medio de ellos. Para mí el verdadero valor de las puertas, no son las puertas en sí mismas, sino los pasillos, por que es ahí donde logramos conocer al Señor, logramos entender mejor el plan de Dios en nuestras vidas, no se trata solamente de recibir una promesa o que se abra una puerta, se trata del lugar previo a ello, donde Dios trabaja el corazón, donde Dios está presente. Así que es más fácil, ¿No? “Adorar a Dios en el pasillo, mientras Dios abre la puerta”.

Si me preguntas, los momentos donde más he aprendido y conocido al Señor han sido esos momentos, en los que esperas, en los que tu fe es probada. Ahí es donde un verdadero cristiano se forja, como oro acrisolado bajo el fuego, para ser probado y ver qué es lo que realmente hay en el corazón.

Cuando te encuentres en un momento de espera, puedes estar seguro de dos cosas: El Señor está contigo y él transformará tu corazón para que crezcas en Él.