Escuchando Su Llamado

Por Kristen Hollis

"La palabra del Señor vino a mí y me dijo: 'Antes de formarte en el vientre, ya te había elegido; antes de que nacieras, ya te había apartado; te había nombrado profeta para las naciones.' Yo respondí:'¡Ah, mi Señor y Dios! ¡Soy muy joven y no sé hablar!' Pero el Señor me dijo: 'No digas: Soy muy joven, porque vas a ir adondequiera que yo te envíe y vas a decir todo lo que yo te ordene. No tengas temor delante de ellos que yo estoy contigo para librarte», afirma el Señor. Luego extendió el Señor la mano y, tocándome la boca, me dijo: 'He puesto en tu boca mis palabras. Mira, hoy te doy autoridad sobre naciones y reinos, para arrancar y derribar, para destruir y demoler, para construir y plantar.’”—Jeremías 1:4–10 (NVI)

¿Alguna vez te has sentido demasiado común para que Dios te use? Jeremías sí. Cuando Dios lo llamó para ser profeta, su primera respuesta fue: “No sé hablar; soy muy joven.” Pero Dios no buscaba elocuencia ni experiencia—buscaba disposición.

La historia de Jeremías nos recuerda que escuchar a Dios muchas veces empieza en lugares tranquilos y comunes. No hay reflectores, ni un gran escenario—solo una conversación entre el Creador y su hijo. Y cuando Dios habla, nos da propósito, valentía y poder más allá de lo que creemos que podemos hacer.

Lo que hizo extraordinario a Jeremías no fue su historia ni su habilidad—fue su respuesta. Él escuchó y obedeció. Dios tocó su boca y la llenó de Sus palabras, transformando a un joven inseguro en una voz que marcaría generaciones.

Dios todavía habla hoy—a través de Su Palabra, Su Espíritu y momentos de quietud. Él toma a personas comunes que están dispuestas a escuchar y las convierte en mensajeros de esperanza.

Haz una pausa hoy y pregunta: “Señor, ¿qué me quieres decir?” Puede que te sorprendas de cómo Él usa tu simple “sí” para hacer algo extraordinario.

Ponlo en Práctica: Conecta

¡Dios nos creó para tener conexiones profundas! No importa cómo seas, no fuiste creado para vivir solo. Una parte esencial de ser más como Jesús es crear hábitos de conectar con su gente. Además, el mandamiento más importante fue resumido por Jesús como amar a Dios y amar a los demás. Hoy, practica amar a otros conectando intencionalmente al escuchar a alguien sin interrumpir. Hazles preguntas sobre su día y su vida, y escucha cómo lo harías con Jesús.

Para la Familia

Idea Principal: Dios habla a personas comunes y les da un propósito extraordinario.

Pregunten Juntos:

1. ¿Cómo crees que se sintió Jeremías cuando Dios le pidió hacer algo grande aunque él se sentía muy joven?
2. ¿Qué crees que Dios podría estar pidiéndote a ti para mostrar Su amor a otros esta semana?

Oración
Señor, gracias por hablarme. Ayúdame a escuchar con el corazón abierto y responder con fe. Usa mi vida para Tu propósito. Amén.