Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

El Corazón Que Dios No DespreciaMuestra

El Corazón Que Dios No Desprecia

DÍA 1 DE 5

Nuestra vulnerabilidad ante el pecado

«Por tanto, el que cree que está firme, tenga cuidado, no sea que caiga» (1 Corintios 10:12).

¿Alguna vez has pensado que ciertos pecados nunca podrían tocarte? David probablemente pensaba lo mismo. Cuando cometió adulterio con Betsabé y orquestó la muerte de Urías, no era un joven inexperto. Era un hombre maduro de aproximadamente 50 años, con más de 20 años de reinado exitoso. Un líder espiritual consolidado, admirado por su devoción a Dios y por ser compositor de salmos hermosos que aún cantamos.

Si alguien parecía estar "seguro" espiritualmente, era David. Había vencido a Goliat siendo apenas adolescente. Había resistido durante años de persecución sin amargarse. Había perdonado a Saúl múltiples veces. Era llamado "un hombre conforme al corazón de Dios". Y sin embargo, en el momento de mayor estabilidad y bendición, cayó estrepitosamente.

La caída de David nos confronta con una verdad incómoda pero necesaria: ninguno de nosotros es inmune al pecado. No importan los años de fe, el conocimiento bíblico acumulado, las victorias espirituales pasadas ni la posición de liderazgo que ocupemos. Todos somos vulnerables, frágiles, espiritualmente hablando, ante la tentación.

Santiago nos explica el proceso: «Sino que cada uno es tentado cuando es llevado y seducido por su propia pasión. Después, cuando la pasión ha concebido, da a luz el pecado; y cuando el pecado es consumado, engendra la muerte» (Stg 1:14-15). La tentación no viene de Dios; viene de nuestros propios deseos, que nos seducen como una carnada que nos atrae porque nos gusta.

¿Cómo te estás cuidando? Esta no es una pregunta retórica. Es una invitación a la reflexión honesta. ¿Qué áreas de tu vida has dejado sin vigilancia porque te sientes fuerte? ¿Qué tentaciones minimizas porque "eso nunca me pasaría a mí"?

David estaba tan cómodo que, mientras otros reyes salían a la guerra, decidió quedarse en Jerusalén. Se confió. Bajó la guardia. Y en ese momento de aparente seguridad, el enemigo atacó con una fuerza devastadora.

Hermano, camina con cautela. Sospecha de ti mismo. No te expongas a lo que sabes que es atractivo para ti y que es contrario a la voluntad de Dios. Pero más aún, no circunscribamos las caídas espirituales únicamente a los grandes pecados visibles. Hay muchas "zorras pequeñas" que destruyen las viñas: el orgullo sutil, la crítica constante, la falta de perdón, el materialismo disfrazado, la tibieza espiritual (Cnt 2:15).

La historia de David no está en la Biblia para desanimarnos, sino para advertirnos. Si un gigante espiritual como David pudo caer, ¿cuánto más cuidadosos deberíamos ser nosotros? Pero también está ahí para darnos esperanza: si Dios pudo restaurar a David después de semejante caída, también hay esperanza para nosotros.

Oración

Padre Celestial, reconozco mi fragilidad ante el pecado. Perdóname por las veces que he confiado en mi propia fuerza espiritual. Ayúdame a caminar en humildad y dependencia de Ti. Muéstrame las áreas donde he bajado la guardia y dame la gracia para vigilar y orar. Que tu Espíritu Santo me fortalezca donde soy débil. En el nombre de Jesús. Amén.

___
Adelanto del día siguiente: Mañana exploraremos cómo Dios, en su infinito amor, nos busca aun cuando nos hemos desviado, enviando su confrontación amorosa para traernos de vuelta a Él.

Acerca de este Plan

El Corazón Que Dios No Desprecia

Un viaje transformador de cinco días explorando el Salmo 51 y la extraordinaria gracia de Dios hacia el corazón arrepentido. A través de la experiencia de David, descubriremos que ningún pecado es demasiado grande para el perdón divino cuando venimos con genuina humildad. Basado en el sermón del Pr. Héctor Salcedo: «El corazón que Dios no desprecia”, este plan nos guiará desde el reconocimiento de nuestra vulnerabilidad espiritual hasta la gloriosa restauración que Dios ofrece a todo aquel que se acerca con un corazón contrito y humillado.

More

Nos gustaría agradecer a Ministerios Integridad & Sabiduría por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: integridadysabiduria.org