Volver a Lo Esencial (Back to Basics)Muestra

Día 1: Cruz

Después de largos períodos de tiempo llevando a cabo la rutina cotidiana, sumada a los ajetreos, situaciones inesperadas, la convivencia diaria con familia, amigos, colegas; el que cruza la calle a tu lado, el ruido externo e interno a nuestro alrededor, un scroll más en redes sociales y la pantalla encendida casi la mayoría del tiempo; el sentirse agotado, desconcertado o abrumado no es ninguna novedad.

Además, acompañado del caos vital que nos aqueja, también la motivación por la fe va mermando —como si fuera una historia lejana—. Frustrados, perdidos y la mayoría de las veces, sin ganas de acercarnos al Señor, esto suele ser devastador.

Entonces, es preciso recordar con certeza que aunque todos nos descarriamos como ovejas y buscamos nuestro propio camino, Jesús es la única fuente inagotable que sacia nuestra sed y alimenta el alma.

Jesús es quien limpia y renueva a través del Espíritu Santo cada área desgastada, corrompida, fragmentada y agotada del ser.

La cruz nos recuerda nuestra necesidad constante de Jesús.

Él es el Gran Yo Soy.

Oración

Señor, ayúdame a recordar tu sacrificio por mí en la Cruz, el cual me hace libre de pecado y me une a ti dándome libertad.

En momentos cuando quiera dejar todo atrás, recuérdame que tu carga es ligera y tu yugo es fácil.

Cuando busque saciar mi alma con otras fuentes que aparenten llenura, recuérdame que solo Tú eres el agua viva e inagotable capaz de saciar mi sed.

Y cuando piense que el mundo o mi propio ser se apartan de ti, recuérdame que no hay nada en lo alto o profundo que pueda separarme de tu amor.

Gracias por tu gracia derramada en la Cruz.