Sueños y burlas

Todos tenemos un sueño que Dios puso en el corazón. Pero no todos lo ven. A veces los que más amas son los primeros en decirte: “Eso no es para ti”, “No tienes con qué”, “Bájate de esa nube”. Y esas palabras duelen más que cualquier golpe.

José también fue criticado por soñar. Lo llamaron orgulloso, exagerado, hasta loco. Pero lo que sus hermanos llamaron arrogancia… Dios lo llamaba propósito.

Tal vez hoy estás a punto de rendirte porque nadie te apoya. Pero escucha esto:

El sueño que Dios te dio no necesita aprobación humana. Solo necesita tu fe.

Aunque hoy los demás no lo entiendan, un día verán lo que Dios vio en ti desde el principio.

Hace años, escuché la historia de una chica llamada Karen que quería abrir una cafetería donde, además de vender café, pudiera orar por las personas. Sus propios padres le dijeron: “Con oraciones no se paga la renta”. Se desanimó, pero siguió orando. Un día, un cliente de la panadería donde trabajaba le dijo: “No sé por qué, pero siento que debo ayudarte a abrir un local”. Él puso el dinero. Hoy tiene una cafetería donde en cada taza imprime un versículo bíblico… y la gente le pide oración más que café.

Lección del día:

Si Dios puso el sueño, Él pondrá también los recursos. Lo único que no puede poner por ti… es la decisión de creer.

Oración:
Señor, aunque otros no lo entiendan, decido creer lo que Tú dices de mí. Aviva mis sueños y quita de mí todo miedo, burla o inseguridad. Que mi fe sea más fuerte que las opiniones. Amén.

Desafío de hoy:
Escribe ese sueño que dejaste en pausa. Hoy lo vuelves a poner en las manos de Dios.

Versículo:

“Porque Jehová cumplirá su propósito en mí” (Salmo 138:8).

Recomendación:
Busca el podcast "Diosidencias" en YouTube, Spotify y Amazon Music y escucha de la Temporada 2 el episodio 41 - "Él cumple sueños".