Volviendo a JesúsMuestra

"UN CUERPO EN CRECIMIENTO"
Así lo viví yo...
Durante un tiempo intenté seguir a Jesús, con la condición de no tener que ser parte de su cuerpo. Me justificaba pensando que estaba en una “temporada de desierto” o que Dios me tenía “aparte”. Pero la verdad es que me había desconectado.
Y cuando una parte del cuerpo se desconecta, la sangre deja de fluir. El oxígeno no llega. La vida se debilita. Nos convertimos en tumores: partes del cuerpo donde no fluye la sangre. O como islas espirituales; sin cobertura, aislados y sin comunión.
Y aunque al principio el silencio parezca paz... con el tiempo, el alma se reseca y la llama indudablemente se apaga.
Lo que me hizo regresar no fue encontrar una iglesia perfecta, sino entender que la comunidad es parte del diseño de Dios para mi crecimiento.
No fui creada para aislarme, fui creada para pertenecer, para ser parte de algo más grande que yo. Para recibir y también dar. Para crecer junto a otros... incluso cuando cuesta.
No hay madurez espiritual sin comunidad. No hay fruto sin raíz.
No hay plenitud lejos del cuerpo de Cristo.
¿Y ahora qué? ¡Volvamos a la fuente!
"Jesús, quiero volver a fluir con tu cuerpo. Perdóname por alejarme creyendo que estaba “mejor sola”. Muéstrame dónde debo plantarme, servir, crecer. Dame sabiduría para encontrar una comunidad que se parezca a tu corazón. Y enséñame a amar a tu iglesia como tú la amas. Amén".
Vamos más profundo...
Abajo encontrarás algunas preguntas en las que quiero que medites, y si te ayuda a procesar e interiorizar, escribe las respuestas en tu diario.
- ¿Cómo ha sido tu experiencia con la comunidad cristiana: conexión, aislamiento o ambas?
- ¿Qué ideas o heridas propias han obstaculizado tu pertenencia?
- ¿A qué comunidad podrías unirte hoy? (no sólo para recibir sino también para dar).
Si deseas seguir profundizando en este camino de volver a Jesús y abrazar Su iglesia, aquí puedes encontrar el devocional completo de 7 días:
Escrituras
Acerca de este Plan

"Volviendo a Jesús, Abrazando Su Iglesia", nace del dolor de haber sido herida por la iglesia y de la sanidad de haber vuelto a mirar a Jesús sin filtros humanos. En estos 3 días encontrarás reflexiones que validan tus preguntas y te guían de nuevo al centro: Cristo, el autor y consumador de la fe. Aprenderemos lo que significa ser parte de su cuerpo, redescubriremos la belleza de la comunidad y el sueño eterno de Dios para su iglesia: frágil e imperfecta, pero sostenida por Jesús, quien sigue siendo perfecto.
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Nos gustaría agradecer a Juli Barrera por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://go.hotmart.com/E102704646G
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