Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Quiero estar sobrioMuestra

Quiero estar sobrio

DÍA 4 DE 6

Trago 4

Distracciones.
Son peligrosas, y creo que no entendemos cuán peligrosas pueden ser. Estoy segura de que más de una vez has escuchado sermones o predicaciones sobre el riesgo de dejarse distraer por el enemigo. Seguro que, por lo menos una vez, has pensado que se habla demasiado del tema o que todo es una exageración. (Obvio, como humana también lo he pensado). Pero déjame preguntarte: ¿conoces tus distracciones? No de manera superficial o teóricamente hablando… pensemos juntos en lo siguiente:

¿Qué pasa por tu mente cuando oras?
Pueden ser problemas, pendientes, algo que leíste, una canción o simplemente algún recuerdo. Eso es una distracción. Y muchas veces ni siquiera sabes por qué pasa. Pero cuando sucede, te desconectas y olvidas. Eso nos ha pasado a todos, por lo menos en algún momento de nuestra vida cristiana.

La hermana Elena G. White menciona que nuestros pensamientos deben estar centrados, y que cuando esto no ocurre, debemos hacer el esfuerzo de traerlos nuevamente al foco. (No recuerdo en qué tomo de Mente, carácter y personalidad lo leí).

Te compartiré algunas ideas que a mí me han ayudado a tratar esta borrachera. Adáptalas a tu manera.

  1. Empieza un diario de oración.
    Si sueles perderte en tus pensamientos mientras oras, toma un momento del día para escribir tu oración. Trata de no apartarte del papel ni dejar de escribir mientras lo haces. No tienen que ser todas tus oraciones, pero sí puedes practicar este ejercicio regularmente. Poco a poco, aplícalo a tu oración secreta y verás cómo funciona.
    Escribe tus deseos, necesidades, peticiones, agradecimientos. Hazlo con concentración y trata de no perder el hilo. Comienza con escritos cortos y luego ve aumentando la cantidad. Haz el mismo ejercicio mientras oras de manera verbal.
    (Si no puedes escribir mientras oras, intenta mover las manos haciendo círculos en el suelo o sobre la superficie donde estés apoyado. Mientras lo haces, sigue orando. Esa repetición física puede ayudarte a mantener la concentración).
  2. Tu estudio es importante.
    No solo nos distraemos al orar. También sucede al estudiar la Biblia. Por eso, implementa un método de estudio que funcione para ti: escribe, anota, escucha. Asegúrate de que ese momento no sea interrumpido ni por otros ni por ti mismo.
    Si el celular te distrae, úsalo a tu favor: pon música que eleve tu espíritu y activa el modo no molestar.

Aunque todo esto te parezca cansón o difícil al principio, verás cómo tu vida comienza a cambiar poco a poco. El problema es que muchas veces estamos tan embriagados de distracción que creemos que es normal que nos pase siempre o con mucha frecuencia. Pero no es así. Puede pasar de vez en cuando, especialmente cuando estamos abrumados… pero no debería ser constante ni menos por cualquier cosa.

Toma cartas en el asunto. Porque si dejamos que las distracciones nos dominen, terminaremos sin escuchar la voz del Señor. Imagina cuán lejos podríamos llegar a estar si permitimos que nos arrastren sin control.

Y si eres hiperactivo, como yo, usa eso que te llama la atención como una herramienta para profundizar tu vida con Jesús.

"Hijo mío, está atento a mis palabras; Inclina tu oído a mis razones. No se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de tu corazón" (Proverbios 4:20-21 RVR1960).

Acerca de este Plan

Quiero estar sobrio

Este plan bíblico es creado para concientizar al lector del mensaje que Pedro escribió: "Sed sobrios y velad". Esperamos que sea de bendición para ti.

More

Nos gustaría agradecer a Andad en Él por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.instagram.com/andadenel