Mientras Haya TiempoMuestra

Cree mientras haya vida

“Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” (‭‭Juan‬ ‭3‬:‭16‬ ‭NTV‬‬).

Creer no es repetir una frase o aceptar una doctrina. Creer es conocer. Creer en Jesús es entrar en una relación viva con Él, reconocerle no solo como Salvador, sino como la vida misma que el alma necesita. Dios no envió a Su Hijo para darnos religión, sino para introducirnos en Su propio corazón.

El amor de Dios no se demostró al librarnos del sufrimiento, sino al darnos a Su Hijo en medio del sufrimiento, porque la verdadera salvación no consiste en escapar de la muerte, sino en que la Vida que es Cristo mismo, entre en nosotros. Todo lo que el hombre busca fuera de Cristo lleva a la muerte, por eso, el mensaje del evangelio no es ven a Cristo y todo te saldrá bien, sino, ven a Cristo, porque fuera de Él no hay vida. recordemos lo que dijo Jesús: “Jesús les respondió: Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca volverá a tener hambre; el que cree en mí no tendrá sed jamás.”. (Juan‬ ‭6‬:‭35‬ ‭NTV‬‬)

Mientras haya vida, hay oportunidad para creer, pero no se trata de un creer superficial, de palabras o emociones pasajeras, sino de un creer que reposa y permanece. Creer es rendirse al gobierno del Hijo, es reconocer que Él no vino a mejorar nuestra antigua existencia, sino a sustituirla con la Suya. El evangelio no nos enseña a vivir mejor, sino a morir al yo para que viva Cristo en nosotros, en la carta a los Gálatas encontramos que al Apóstol Pablo le fue rebelado y lo comparte diciendo, “Mi antiguo yo ha sido crucificado con Cristo. Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Así que vivo en este cuerpo terrenal confiando en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a sí mismo por mí.” (Gálatas‬ ‭2‬:‭20‬ ‭NTV‬‬).

La fe verdadera no busca recompensas terrenales, su mayor recompensa es Cristo mismo, ya que cuando Él ocupa el centro del corazón, todo lo demás se ordena. El que cree de verdad encuentra a Cristo y entiende lo que realmente es la salvación, por lo cual no teme perder lo temporal, porque ha encontrado lo eterno, una perla preciosa (‭‭Mateo‬ ‭13‬:‭45‬-‭46‬ ‭NTV‬‬), un tesoro, y aún cuando el cuerpo se debilita, el alma reposa en la seguridad de saber: “Pues ustedes han muerto a esta vida, y su verdadera vida está escondida con Cristo en Dios.” (Colosenses‬ ‭3‬:‭3‬ ‭NTV‬‬).

Mientras haya vida, cree. Cree no solo que Él existe, sino que Él es suficiente, cree aunque tus circunstancias no cambien, porque en Él nada te falta, cree aunque la oscuridad parezca prolongarse, porque Él mismo es la Luz, cree no para evitar la muerte, sino para experimentar la vida que la trasciende.

Porque llegará un día en que el tiempo ya no será contado, y solo permanecerá lo eterno, Cristo y los que son de Él. En ese día, los que creyeron no por emoción, sino por revelación, entenderán que no perdieron nada por seguirle, sino que lo ganaron todo. La salvación no será un recuerdo, sino una plenitud que nunca termina, y entonces comprenderemos que todo lo que anhelábamos fuera de Él, jamás podría habernos saciado.

Mientras haya vida… cree en el Hijo, en Jesucristo. Porque en Él está la vida, y fuera de Él, nada tiene sentido. “El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.” (1 Juan‬ ‭5‬:‭12‬ ‭NTV‬‬)