Mientras Haya TiempoMuestra

Hoy es el día de salvación

El apóstol Pablo no habla del “día de salvación” ‭‭(2 Corintios‬ ‭6‬:‭2‬ ‭NVI‬‬) como un evento emocional o un momento religioso aislado, sino como una realidad viva que se abre delante del corazón cada vez que Cristo se revela. Cuando la Escritura dice: “Hoy es el día” (2 Corintios‬ ‭6‬:‭2‬ ‭NVI‬‬), no se refiere a un día en el calendario, sino a una oportunidad divina, un ahora, donde el alma puede responder a la voz del Hijo y conocerle verdaderamente.

La salvación no es simplemente un cambio de destino, de infierno a cielo, sino una transformación profunda del ser, un despertar al conocimiento de Cristo. Mientras haya tiempo, Dios sigue extendiendo Su mano, no para ofrecernos bienestar temporal, sino para introducirnos en Su propósito eterno, donde Cristo es todo y en todos.

Pero muchos endurecen el corazón y deciden no creer, escuchan la voz del Espíritu, pero la confunden con el ruido del mundo, buscan alivio, pero no vida; buscan respuestas, pero no al que es la Verdad. El peligro no es no oír, sino oír y no responder, por eso cada vez que el alma aplaza su rendición, una capa más de orgullo se endurece sobre su sensibilidad espiritual, es entonces que el Espíritu Santo repite: “Si oyereis hoy Su voz, no endurezcáis vuestros corazones" (Hebreos ‭3‬:‭15‬ ‭RVR1960‬‬).

El tiempo de la salvación no es mañana, ni cuando los problemas se resuelvan, ni cuando todo esté en orden, el tiempo es ahora, porque Cristo está presente. La voz de Dios no llama al que tiene fuerza, sino al que reconoce su muerte interior. Es importante que reconozcamos algo y es que El evangelio opera en un cementerio, no opera entre los enfermos que esperan mejorar o entre aquellos que están por morir, no, ¡es gente que está muerta!, donde sólo Su voz puede dar vida.

Mientras haya tiempo, abre tu corazón a esa voz que llama. No busques un cambio en tus circunstancias, busca conocer al Hijo, porque en conocerle está la salvación misma. Él no vino a mejorar tu vida antigua, sino a darte una nueva … Su vida eterna, y cuando el corazón se rinde, el hoy se convierte en eternidad. Ya no se vive esperando el cielo, sino viviendo desde el cielo, porque Cristo, el Autor de la vida, habita en nosotros. Hoy es el día de salvación, porque hoy es el día en que puedes conocer a Cristo.