Adonai: Vivir Lo Que CantamosMuestra

Ven con tu gloria

Cuando en la Biblia la gloria de Dios descendía, nada quedaba igual. Moisés no podía entrar al tabernáculo porque la nube lo llenaba por completo. Los sacerdotes no podían ministrar porque la gloria de Jehová cubría la casa. Isaías vio al Señor sentado en su trono y todo el templo tembló.

La gloria de Dios no es un concepto abstracto: es Su misma presencia manifestada de forma tan real que transforma todo a su alrededor. Cuando cantamos “Ven con tu gloria”, no estamos pidiendo una sensación bonita, sino que Dios se revele de una manera tan fuerte que cambie nuestra vida, nuestra iglesia y aun nuestra ciudad.

La promesa es clara: “La tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar” (Habacuc 2:14). Ese es el sueño de Dios, y nosotros podemos unirnos a ese clamor.

Hoy, pedile al Señor que su gloria llene cada espacio donde estés: tu casa, tu facultad, tu trabajo, tu grupo de amigos. Que su gloria no sea solo un momento en la adoración, sino una realidad que transforme la atmósfera de todo lo que toques.

Preguntate hoy: ¿De qué manera estás preparando tu vida para que la gloria de Dios habite en vos?, ¿Hay algo que necesites cambiar para que Él tenga todo el lugar?

Oración: “Señor, que tu gloria descienda en mi vida y en mi iglesia. Que tu presencia sea tan real que transforme cada área de mi corazón y llene todo lo que me rodea. Amén".