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¡Vuelve a Soñar!

DÍA 2 DE 3

“Tu sueño más grande”

Recuerdo en mi juventud soñar con casarme y formar una familia. Ese sueño despertó nuevamente cuando comencé a salir con Marcela, la maravillosa mujer que hoy es mi esposa y madre de nuestros dos extraordinarios hijos, Leon y Noel. Definitivamente Dios hizo mi sueño realidad y, como platicamos en la ocasión anterior, realmente lo superó inmensamente.

Tal vez ese es tu sueño, tal vez tienes otro, como terminar una carrera, iniciar un negocio, viajar, alcanzar metas personales. Y todos y cada uno de ellos es valioso, porque refleja el deseo que Dios mismo puso en nuestro corazón de avanzar y crecer.

Pero, ¿sabías que hay un sueño en el que todos coincidimos y, además, es el más grande de todos nuestros sueños?

El apóstol Pablo lo describió de esta manera: “pero mi vida no vale nada para mí a menos que la use para terminar la tarea que me asignó el Señor Jesús, la tarea de contarles a otros la Buena Noticia acerca de la maravillosa gracia de Dios.” (Hechos 20:24 NTV)

Pablo nos revela el sueño más grande de todos: cumplir el propósito de Dios en nuestra vida. Para él, lo más importante no era la comodidad (podemos corroborar esto al leer sus cartas a las iglesias), el prestigio, o su propia seguridad como persona. Lo más importante para él fue “terminar la carrera” y cumplir el encargo de Jesús.

Esa es la razón por la que fuiste creado. Cumplir nuestros sueños se siente bien y traerá satisfacción para ti y los tuyos, pero ningún otro sueño va a traer plenitud a tu vida como lo trae caminar en la voluntad de Dios. Cuando pones tus planes en sus manos, Él los ordena y los alinea con su propósito eterno.

Tal vez te has preguntado si vale la pena seguir esforzándote, orando o perseverando en medio de los problemas. La respuesta es: sí, vale totalmente la pena, porque tu meta no es lograr tus sueños, sino el vivir el sueño que Dios tiene para ti.

Un primer paso para dirigirte a la meta es tomar la determinación de caminar en fidelidad al Señor, permitirle al Espíritu Santo que ajuste tu vida hacia su voluntad y tu vida pueda ser un reflejo de amor y compasión a los que te rodean.

Reflexiona:

  • ¿Estoy corriendo hacia mis propios sueños o hacia el encargo que Jesús me entregó?
  • ¿Qué ajustes tengo que hacer en mi día a día para finalizar la tarea y que la gloria de Dios sea una realidad en mi vida y en la de mi círculo cercano?

Oración: Señor, gracias porque me recordaste que el propósito más grande de mi vida es cumplir con tus propósitos. Ayúdame a correr con perseverancia, a obedecerte y a terminar la carrera que me has dado. Que tus sueños sean mis sueños.

Acerca de este Plan

¡Vuelve a Soñar!

Todos tenemos sueños: metas y anhelos que hacen vibrar nuestro corazón. A veces creemos que son demasiado grandes o imposibles de alcanzar. Pero fuimos creados a imagen de un Dios que sueña y hace cosas extraordinarias. Este plan de tres días te invita a volver a soñar, a redescubrir el valor de tus sueños y a recordar que tu vida misma es parte del gran sueño de tu Padre celestial.

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Nos gustaría agradecer a Alex Carrera por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: diosestaaqui.net