COMPARTE TU FE: Una Misión Con Amor Y PropósitoMuestra

El Gozo de ver una vida transformada

Mientras vas, haz discípulos

Jesús fue claro: “Id, y haced discípulos”. Pero el verbo griego puede traducirse también como: “Mientras vas, haz discípulos”. Es decir, en el camino, en tu rutina, en lo cotidiano.

No todos están llamados a ser predicadores, pero todos estamos llamados a ser testigos. En tu trabajo, tu familia, tu escuela, tu comunidad… hay oportunidades diarias para acercar a alguien a Cristo.

El evangelismo no es un evento. Es un estilo de vida. Cada día es una nueva oportunidad para mostrar a Cristo con tus palabras, tus acciones y tu carácter.

Recuerda: el Espíritu Santo va contigo. No estás solo. Y aunque tú no veas resultados inmediatos, Dios está obrando.

Sé fiel, habla con amor, vive con propósito. Porque al final, no hay mayor gozo que llegar al cielo… acompañado.

Este es el fruto del evangelismo: ver una vida cambiada… y muchas otras tocadas a través de esa vida. Dios no solo quiere salvar a uno, quiere usarlo para alcanzar a muchos.

Tu historia importa. Tu testimonio puede ser la llave que abra el corazón de alguien más. No necesitas saber toda la Biblia, solo contar lo que Jesús ha hecho contigo.

Nunca subestimes una conversación, una invitación, una oración. Pueden ser la chispa que inicie un avivamiento personal… y colectivo.

Ahora, ¡VE Y HAZ DISCÍPULOS!