No Solo en NavidadMuestra

A veces pensamos que tenemos que ganarnos la paz con Dios, como que si metemos la pata, Él se echa atrás. Pero este versículo lo aclara: Jesús ya arregló las cosas. La paz con Dios no es algo por lo que luchemos. Es algo que recibimos por lo que Jesús ha hecho. Ese tipo de paz significa que no tienes que vivir en la culpa o el miedo. Estás bien con Dios, no porque seas perfecto, sino porque Jesús lo es.

Haz esta pregunta a un amigo: "¿Sientes alguna vez que tienes que ganarte el amor de Dios?". Comparte lo que este versículo te enseña sobre la paz que ya es tuya.