No Solo en NavidadMuestra

¿Alguna vez has echado demasiado refresco en un vaso y has visto cómo se desbordaba? Ese es el tipo de paz que Dios quiere dar: desbordante. No sólo la paz apenas suficiente para sobrevivir al día, sino la paz que se derrama en cómo piensas, sientes y tratas a los demás. Pero fíjate de dónde viene esa paz: de la confianza. Confiar en Dios no significa que siempre nos sintamos tranquilos. Significa que creemos que Él está cerca, incluso en el estrés. La paz empieza ahí.

Tómate 30 segundos de silencio. Respira profundamente y di: "Dios, confío en Ti". Pídele que te llene de paz, no sólo en tu mente, sino en toda tu vida.