Socios en las Finanzas y en el AmorMuestra

El dinero que trasciende
Si el dinero es una herramienta, su mayor propósito es usarlo para impactar vidas. Lo que invertimos en bienes materiales se queda aquí; lo que sembramos en personas y en el Reino de Dios trasciende a la eternidad. Jesús lo dijo con claridad: “No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo…” (Mateo 6:19-20, NVI).
La porción en esta tierra es corta, apenas un soplo. Pero viviremos en la eternidad. Por eso lo más sabio es poner el corazón en lo que nunca se pierde.
La mamá de la Madre Teresa entendió esto. Aun cuando su familia no tenía abundancia, siempre había un plato más en la mesa para algún necesitado. Con ese ejemplo silencioso, sembró en su hija una visión de generosidad que marcó al mundo. Esa semilla de compasión comenzó en una cocina sencilla, no en grandes riquezas.
Yo crecí en una familia donde siempre vi a mis padres y abuelos dando. Si alguien estaba en el hospital, daban. Si un tío estaba construyendo y no alcanzaba para los materiales, daban. En la pandemia, cuando muchos pasaban necesidad, también daban. Y he visto cómo, año tras año, Dios los ha hecho más prósperos. Porque la ley de la siembra y la cosecha es una realidad: Dios no miente en Su Palabra. Ellos no dan por obligación, sino con un corazón dispuesto, sabiendo que “Servir al pobre es hacerle un préstamo al Señor; Dios pagará esas buenas acciones.” (Proverbios 19:17, NVI). Ese ejemplo me enseñó que la generosidad no depende de cuánto tenemos, sino de cómo decidimos usar lo que Dios nos confía.
La generosidad rompe el poder del egoísmo y abre nuestros ojos a lo eterno. Enseña a los hijos que el dinero no nos posee, sino que lo usamos para servir. Y transforma matrimonios, porque cuando una pareja decide dar juntos, su unión se fortalece en un propósito más grande que ellos mismos.
Cada acto de generosidad es una siembra, y la siembra siempre trae cosecha. Dar no empobrece; al contrario, abre las puertas para recibir lo que Dios quiere derramar.
Pregunta para reflexionar
– ¿Qué decisiones de generosidad puedo tomar hoy que marquen la vida de alguien y el corazón de mis hijos?
Oración
Jesús, enséñanos a vivir con manos abiertas. Que nuestro hogar no sea recordado por lo que acumuló, sino por lo que dio. Haz de nuestra generosidad una herencia para nuestros hijos y un reflejo de Tu amor en este mundo. Amén.
Acerca de este Plan

Este plan de 8 días te invita a reflexionar sobre el papel del dinero en el matrimonio y cómo, en lugar de dividir, puede ser una herramienta de unidad y propósito. Con enseñanzas bíblicas y ejemplos prácticos, recorrerás temas como la visión financiera compartida, poner a Dios en primer lugar, vivir con contentamiento, la generosidad y la buena administración.
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Nos gustaría agradecer a Amor Pingüino por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: amorpinguino.com
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