Socios en las Finanzas y en el AmorMuestra

Dios primero en nuestras finanzas

Hubo una época en la que sentí que las llaves del cielo estaban cerradas. Nada nos salía bien y, como familia, tuvimos que dejar nuestra casa por un año para vivir en Estados Unidos. Fue un tiempo de lágrimas, preguntas y también de aprendizaje profundo. Allí entendí una verdad que me acompaña hasta hoy: el orden produce milagros.

Toda mi vida había vivido desordenada en lo económico: buscaba deshacerme del dinero apenas llegaba a mis manos. Pero en medio de esa crisis Dios me enseñó que el verdadero orden no es solo anotar números, sino aprender a administrar con sabiduría, no malgastar, no gastar más de lo que ganamos y aprender a vivir con lo que tenemos.

En esa temporada Dios me mostró que no se trataba de cuánto dinero teníamos, sino de a quién le dábamos el primer lugar. Tomamos una decisión sencilla, pero profunda: honrar a Dios con lo primero y no con lo que sobraba. Apartamos nuestro diezmo como un acto de confianza, reconociendo que Él es nuestra fuente y que cada área de nuestra vida le pertenece.

Un tiempo después, mientras hacíamos un trámite con el banco relacionado con nuestra casa, nos informaron que se había reducido una parte importante de la deuda. No lo interpretamos como “dar para recibir”, sino como una confirmación suave y amorosa de que Dios cuida de quienes confían en Él. Ese año aprendí que el dinero no es un fin, sino una oportunidad para reconocer quién sostiene realmente nuestra vida. Dios no busca nuestro dinero, busca nuestro corazón. Y cuando lo ponemos a Él en el centro, lo que llega no es solo provisión, sino orden, descanso y paz.

Jesús lo dijo con claridad: “Ningún siervo puede servir a dos señores… No podéis servir a Dios y a las riquezas" (Lucas 16:13, RVR1960). Y también confirmó su promesa: “Probadme ahora en esto… si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde” (Malaquías 3:10, RVR1960).

Pregunta para reflexionar

– ¿Estoy viviendo mis finanzas en orden y honrando a Dios con lo primero?

Oración

Jesús, enséñame a poner en orden mis finanzas. Ayúdame a vivir con lo que me das, a no malgastar, a ser agradecido y a reconocerte siempre como mi proveedor. Hoy decido honrarte con lo primero, confiando en que Tú abrirás las ventanas de los cielos y derramarás bendición sobre mi hogar. Amén.