Habitar en Su PresenciaMuestra

Experiencia
La fe nunca permanece estática; siempre se encuentra en movimiento, creciendo y fortaleciéndose en medio de las experiencias de la vida. Al leer el Salmo 91 y detenernos a meditar en su mensaje, podemos distinguir claramente tres voces que se entrelazan: la voz del salmista que habla con esperanza, la voz que anima y recuerda las promesas de Dios, y finalmente la voz misma de Dios respondiendo con autoridad y amor.
En la primera parte, el salmista habla en confianza: Diré yo al Señor: Esperanza mía y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré. (Salmo 91:2 RVR 1960). Aquí se revela no solo una declaración de fe, sino un acto de intercesión personal. El autor abre su corazón y expresa con convicción lo que busca en Dios, porque sabe que solo en Él puede encontrar esperanza y fortaleza. No se trata de palabras vacías, sino de una oración respaldada por la experiencia. Él ha conocido en el pasado la misericordia de Dios y su defensa en tiempos de dificultad. Quizá la necesidad presente sea más grande o más complicada, pero su confianza descansa en una verdad inmutable: el mismo Dios que lo ayudó antes, lo hará otra vez.
Este reconocimiento lo lleva a comprender lo que significa realmente “Morar a la sombra del Omnipotente”. Habitar bajo esa sombra es vivir bajo una cobertura que trasciende lo humano. No importa cuán compleja sea la situación, cuando estás bajo la sombra del que todo lo puede, ninguna circunstancia está fuera de su control. Lo que para nosotros se ve imposible, para Dios no es más que un escenario en el cual puede glorificarse, manifestar su poder y enseñarnos a crecer en fe.
El escritor no ignora la realidad; sabe que hay problemas, angustias y peligros. Sin embargo, está aún más consciente de quién es su protector. Esa es la clave: la fe no consiste en negar la dificultad, sino en reconocer que el poder de Dios es infinitamente mayor que cualquier obstáculo. La fe madura cuando pasamos de enfocarnos en la magnitud de nuestro problema a enfocarnos en la grandeza de nuestro Dios.
Cada experiencia de prueba se convierte así en una oportunidad para recordar que no caminamos solos. Dios está presente, cuidando de nosotros de día y de noche. Su fidelidad no cambia, y su promesa es permanecer junto a los que confían en Él. Por eso, cuando medites en tu situación, no te detengas solo en el peso de tu carga. Plantea tu necesidad con honestidad, pero al mismo tiempo levanta la mirada y reconoce quién es tu Padre. Su omnipotencia es tu garantía de protección y de respuesta.
Hoy, al igual que el salmista, podemos levantar nuestra voz y decir con plena convicción: “Tú eres mi refugio, mi Dios en quien confío.” Esa confesión no surge de un optimismo ingenuo, sino de una experiencia viva de haber probado la fidelidad de Dios una y otra vez. Si ayer Él respondió, también lo hará hoy, y seguirá haciéndolo mañana.
Escrituras
Acerca de este Plan

La confianza en Dios no nace solo de palabras declaradas con fe ni de consejos en tiempos difíciles. Se fortalece cuando habitamos en Su presencia, cuando aprendemos a conocerle, escucharlo y descansar en Su cuidado constante. Al acercarnos a Su corazón cada día, descubrimos que confiar plenamente en Él es posible, y que Su amor nos sostiene en toda circunstancia.
More
Nos gustaría agradecer a Isela Valenzuela por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.instagram.com/atippica?igsh=Ym93Y3U1NmF5ZDNq&utm_source=qr
Planes relacionados

Encuentros con Jesús que cambian nuestra vida

La Verdad De Dios

ADVIENTO

Encontrando a Jesús

De la prueba al propósito

Nacidos para vencer el pecado

Naciendo en Un Pesebre

Descubriendo el propósito de mi vida

El Taller Del Artista: Redefiniendo Tu Identidad en Cristo
