Atesorando Sabiduría - La fortuna de escuchar a DiosMuestra

Verdad

En este asombroso salmo, David expresa su gratitud y asombro por el conocimiento íntimo y la presencia constante de Dios. No hay lugar a donde pueda huir de Su Espíritu, ni en los cielos, ni en las profundidades de la tierra. Dios lo conoce por completo, incluso antes de que una palabra esté en su lengua. Esta intimidad se extiende hasta su misma creación en el vientre de su madre, una obra formidable y maravillosa. Esta profunda verdad lo lleva a una oración de entrega total: "Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón... y guíame en el camino eterno".

Equipamiento

Este salmo nos equipa para abandonar todo intento de escondernos de Dios, ya sea nuestro pecado o nuestro dolor. Nos forma para vernos a nosotros mismos como obras maestras, "formidables y maravillosas", hechas por la mano de Dios, lo que nos da un inmenso valor y propósito. Nos enseña a invitar a Dios a que examine las profundidades de nuestro corazón, confiando en que Él nos guiará por el camino correcto.

Al Corazón

¿La verdad de que Dios me conoce por completo me causa miedo o me llena de un profundo consuelo y seguridad?

¿Soy lo suficientemente valiente como para orar la oración de David al final del salmo, invitando a Dios a examinar mis pensamientos y ansiedades más profundas?

Misión

Hoy, tu misión es invitar a Dios a que te examine. Encuentra un lugar tranquilo y ora con calma los dos últimos versículos de este salmo. Sé específico en tu petición. Pídele a Dios que te muestre si hay algún "camino de perversidad" en tus pensamientos, actitudes o acciones. Luego, agradece a Dios porque Él siempre te guía hacia el "camino eterno".