Aprendiendo a vivir: Una forma de ser, no solo de hacerMuestra

Ser antes que hacer
Vivimos rodeados de expectativas. Desde pequeños, se nos premia por lo que hacemos: si sacamos buenas notas, si nos portamos bien, si alcanzamos resultados. Luego, al crecer, se aplaude lo que producimos, lo que logramos, lo que mostramos. Pero… ¿quién nos enseña simplemente a ser?
En este mundo que nos empuja a demostrar constantemente, corremos el riesgo de olvidar nuestra esencia. Hacemos tanto que, a veces, ya no sabemos quiénes somos sin la prisa, sin la tarea, sin la meta. Pero no somos máquinas que producen. Somos personas: con alma, con emociones, con preguntas, con necesidad de silencio, de verdad… y de Dios.
Jesús nos dio un ejemplo diferente. Antes de predicar, antes de obrar milagros, antes de reunir multitudes, ocurrió algo profundamente hermoso: una voz desde el cielo declaró sobre Él:
“Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia” (Mateo 3:17).
¡Qué poderoso! Antes de hacer… Ya era amado. Su identidad no dependía de lo que hiciera. Su hacer fluía de su ser. Y lo mismo vale para ti. No vales por lo que logras, ni por lo que aportas. Tu valor no aumenta con tus éxitos ni se pierde con tus fracasos. Eres valioso porque eres hijo, hija de Dios… Y porque eres amado por Él.
Por eso, en el Salmo 46:10 leemos este recordatorio:
“Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.”.
Estar quieto no es quedarse atrás. Es confiar. Es dejar de correr, de probar, de esforzarte por merecer, y simplemente recordar quién eres… y a quién perteneces.
Hoy, detente un momento. Respira. Mira hacia adentro. No necesitas hacer más para valer más. No eres tu rendimiento, ni tus pendientes, ni tus redes sociales.
Eres un alma preciosa, sostenida por la gracia de Dios. Y desde ahí… todo lo demás cobra sentido.
Escrituras
Acerca de este Plan

¿Y si tu valor no dependiera de lo que haces, sino de quién eres? En un mundo que nos empuja a producir, demostrar y aparentar, corremos el riesgo de olvidar nuestra esencia. "Aprendiendo a vivir – Una forma de ser, no solo de hacer" es una invitación a detener la prisa, silenciar las exigencias y recordar que eres amado por Dios antes de lograr nada. Aquí descubrirás cómo vivir desde adentro, cuidar el corazón y encontrar descanso para el alma. No eres tus logros ni tus fracasos: eres un hijo amado. Y desde ahí… todo cobra sentido. ¿Listo para comenzar?
More
Nos gustaría agradecer a TopCristianos por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: topcristianos.com









