Libres De Las AdiccionesMuestra

Cadenas Invisibles

A veces el enemigo no necesita gritar para destruirte. Le basta con que nadie sepa lo que estás pasando. Por fuera eres el joven que canta con fuego, que predica con pasión, que ora con lágrimas. Pero por dentro... hay una batalla silenciosa. Un hábito oculto que comenzó como algo inofensivo y ahora te controla. Te prometió placer, pero te dio prisión. Te ofreció escape, pero te robó la paz.

No estás solo. Yo también estuve ahí. Conocí esa culpa que se esconde detrás de la alabanza, ese dolor que nadie ve. La adicción —sea pornografía, alcohol, redes, videojuegos, lo que sea— no es solo una “debilidad”: es una forma de esclavitud espiritual.

Y el problema no es solo moral. Es existencial. Porque cada vez que recurrimos a esa adicción, en realidad estamos buscando algo… un alivio, un amor, un sentido, una presencia. ¿Y sabes qué? Todo eso lo ofrece Jesús. Pero el enemigo lo sabe, y por eso te desvía con placeres baratos que imitan la verdadera paz.

Hoy Jesús te hace una pregunta:
“¿Quieres ser libre?”

No es una condena. Es una invitación. Es la voz del Hijo de Dios, el único que puede romper esas cadenas invisibles con una sola palabra: “¡Sé libre!”

A Dios no le pasa desapercibida la adicción; tiene compasión y poder para romperla.

Esa es una libertad que no empieza cambiando tus acciones, sino transformando tu corazón. Porque no se trata solo de dejar el pecado, se trata de conocer al que da vida. La libertad verdadera no es solo dejar de caer, es descubrir quién eres cuando ya no estás encadenado. Es mirar atrás y darte cuenta de que ese cuarto oscuro ya no es tu casa. Que esa culpa ya no es tu identidad. Que ese ciclo ya no tiene poder sobre ti.

Asignación de hoy:

1. Busca un lugar tranquilo, sin distracciones.
2. Haz esta oración: “Dios, hoy no quiero esconder más lo que me duele. Yo reconozco que hay cadenas en mi vida. No quiero vivir una doble vida. Quiero libertad verdadera. Dame fuerza para hablar, para buscar ayuda, para caminar contigo en verdad. Amén".
3. Toma una hoja o el bloc de notas de tu celular y escribe con honestidad:

• ¿Cuál es esa adicción o hábito que está afectando tu vida espiritual?
• ¿Cómo te hace sentir?
• ¿Qué cosas has intentado para dejarlo?

Guarda ese escrito. Lo usaremos mañana en el día 2.

Versículo Clave para Memorizar: “Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres" (Juan 8:36 RVR1960).

Nos vemos mañana.