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Jehová (YHWH/YAHWEH)

El nombre Jehová (YHWH) es la revelación más íntima y sagrada de Dios en la Escritura. Cuando Moisés preguntó quién lo enviaba a liberar a Israel, Dios respondió: “Yo Soy el que Soy” (Éxodo 3:14. RVR1960). Esta frase no es solo un título, sino una declaración de Su naturaleza eterna, autosuficiente e inmutable.

En hebreo, YHWH proviene de la raíz hayah (“ser, existir”), indicando que Dios es en todo tiempo: pasado, presente y futuro. No depende de nada ni de nadie para existir; Él es la fuente de todo lo que existe.

En la cultura bíblica, conocer el nombre de alguien implicaba conocer su carácter. Así, Jehová no es un dios distante, sino el Dios que se da a conocer, que entra en relación con Su pueblo y que cumple fielmente Su pacto. Este nombre es tan santo que, en la tradición judía, no se pronunciaba en voz alta, sustituyéndolo por Adonai (“Señor”) al leer las Escrituras.

Meditar en Jehová como “Yo Soy” nos recuerda que nuestra fe no se basa en un concepto abstracto, sino en una Persona viva, eterna y fiel. En un mundo donde todo cambia —gobiernos, economías, relaciones, incluso nuestras emociones—, Jehová permanece igual.
Su nombre nos asegura que Él está presente en cada momento de nuestra historia:

• En el pasado, como Aquel que nos rescató.
• En el presente, como Aquel que nos sostiene.
• En el futuro, como Aquel que cumplirá lo que ha prometido.

Cuando sentimos incertidumbre, podemos descansar en que Jehová es y será siempre suficiente. Él no se agota, no se debilita, no se contradice. Su carácter es la base de nuestra confianza.

Vivir a la luz de este nombre implica reconocer Su señorío en cada área de nuestra vida, adorarlo con reverencia y caminar con la certeza de que Su presencia es constante. Así como Moisés fue enviado con la autoridad del “Yo Soy”, nosotros también somos enviados a vivir y servir con la seguridad de que Jehová está con nosotros.

1. ¿Qué significa para ti que Dios sea “Yo Soy” y no “Yo fui” o “Yo seré”?
2. ¿En qué área de tu vida necesitas recordar que Él es inmutable y suficiente hoy?
3. ¿Cómo puedes reflejar Su carácter fiel en tus relaciones y decisiones?

Y tú, ¿te has acercado al Gran Yo Soy?