Milagros en El DesiertoMuestra

“Milagros en el Desierto: La Fidelidad que No Falla”

Cuando el Desierto se Convierte en Santuario

“Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos” (Deuteronomio 8:2 RVR1960).

El desierto es más que un lugar geográfico. En la Biblia, es un espacio espiritual de formación, revelación y dependencia. Para Israel, el desierto no fue simplemente un camino hacia la tierra prometida, sino el aula divina donde Dios les enseñó a conocerlo como su Sustento, su Guía, su Fuego, su Sombra y su Padre.

Muchos temen al desierto: su escasez, su soledad, su rudeza. Pero en la perspectiva del Reino, el desierto es donde se despojan las capas del ego, se silencia el ruido de Egipto y se oye la voz del Amado. Oseas nos recuerda que Dios atrae al desierto no para castigar, sino para hablar al corazón.

En esta serie de devocionales, recorreremos seis milagros que ocurrieron en ese entorno seco y duro. Cada uno nos revela un aspecto tierno, fiel y sorprendente del carácter de Dios. Verás que el desierto no es el fin del camino, sino el escenario donde Dios revela su gloria con más cercanía que nunca.