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DÍA 2 – LA CAUSA FORTALECE A LA VISIÓN

Una visión que no está conectada a una causa puede convertirse en un peso. ¿Por qué? Porque podemos creer que depende solo de nosotros. Pero cuando tu visión se conecta a la causa de Cristo, tu visión recibe fuerza sobrenatural.

En nuestra cultura, tener una visión se ha vuelto popular: metas claras, planes de vida, incluso tableros de visión con fotos de sueños futuros. Eso no está mal, pero la Biblia habla de algo mucho más profundo. Habla de visión divina, de revelación que viene del cielo.

En Habacuc 2:2, Dios ordenó: Escribe mi respuesta con claridad en tablas, para que un corredor pueda llevar a otros el mensaje sin error. En el original hebreo, la palabra usada es חָזוֹן (chazon), que significa “revelación divina”. Es la misma palabra que se usa en Proverbios 29:18: Donde no hay visión, el pueblo se extravía.”

Esto significa que tu visión no nace de un capricho, sino de lo que Dios te habla. Cada palabra de Dios es semilla de visión. Cada vez que Él confirma un llamado, te está confiando una misión que no puedes soltar.

Pregúntate: ¿Qué me ha dicho Dios sobre mi vida? ¿Qué promesas, profecías o respaldos claros has visto de parte de Él? Escribe esas cosas. Ahí está tu visión.

Una visión sin causa puede agotarte. Una visión conectada a la causa de Cristo te dará fuerzas para seguir aun en medio de pruebas.