Adviento: "Los Pastores" (4)Muestra

La noche que el cielo habló

"Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre." (Lucas 2:12 RVR1960).

¡Era una noche común en los campos de Belén! Los pastores vigilaban sus rebaños, probablemente cansados, con frío, y sin imaginar que estaban a punto de presenciar el momento más glorioso de la historia. De pronto, un ángel del Señor se les apareció, y la gloria de Dios los rodeó. ¡Qué susto! Pero el mensaje no era de juicio, sino de gozo: “Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor”.

Y como si eso no bastara, una multitud de ángeles se unió al anuncio, cantando: “¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!”. Los pastores no dudaron. Fueron rápidamente a Belén, encontraron al niño en el pesebre, tal como se les había dicho, y luego compartieron la noticia con todos. ¡La noche se convirtió en luz! ¡El cielo se abrió para los humildes!

Este relato nos recuerda que Dios se revela en lo cotidiano. Los pastores no estaban en el templo ni en oración; estaban trabajando. Pero Dios los eligió para ser los primeros testigos del nacimiento de Jesús. Esto nos enseña que no importa nuestra ocupación, estatus o entorno: Dios puede hablarnos en cualquier momento.

También vemos que el mensaje del Evangelio es para todos. Los pastores eran considerados socialmente insignificantes, pero fueron honrados con una revelación celestial. ¡Qué consuelo saber que el Salvador vino por los humildes, los quebrantados, los olvidados!

• Dios honra la humildad y el corazón dispuesto: Los pastores representan a quienes, sin títulos ni reconocimiento, viven atentos y fieles en lo que se les ha encomendado. Así como cuidaban de sus ovejas, estaban listos para recibir y cuidar el mensaje de Dios.
• Jesús, el Buen Pastor: No es casualidad que el anuncio fuera a pastores. Ellos simbolizan la misión de Cristo como Pastor eterno que cuida, guía y da su vida por sus ovejas. El Mesías nacería para pastorear a su pueblo con amor y sacrificio.
• El Cordero de Dios: Los pastores cuidaban corderos, y Jesús mismo sería el Cordero perfecto que quitaría el pecado del mundo. Es como si Dios estuviera diciendo: “A ustedes, que conocen el valor de un cordero sin mancha, les confío la noticia del Cordero que salvará a todos”.
• La salvación es para todos: Al escoger a los pastores, Dios rompió las barreras sociales y religiosas. El mensaje no comenzó en un palacio ni en el templo, sino en el campo, para que quedara claro que la buena noticia es universal.

Y su respuesta fue inmediata: fueron, vieron, creyeron y compartieron. Esa es la secuencia de la fe. Hoy, Dios sigue buscando corazones dispuestos a recibir su mensaje y compartirlo con alegría. ¿Estamos listos para escuchar, obedecer y anunciar?

Preguntas para reflexionar

1. ¿Qué te enseña la elección de los pastores sobre el corazón de Dios?
2. ¿Cómo puedes estar más atento a la voz de Dios en tu vida diaria?
3. ¿Qué pasos puedes dar para compartir el mensaje del nacimiento de Jesús con otros?