El Empleado Que Dios Quiere Que SeaMuestra

Día 2
Recuerda: tu trabajo es un medio, no el fin.
Llegar a obtener una fuente de ingresos es un gran logro, conseguir un empleo, puede significar para muchos una oración contestada.
Pero a medida avanza el tiempo, con los afanes, la sed de éxito y el subir en la escalera laboral, muchas veces le otorgamos al trabajo una posición en nuestros corazones que no le corresponde (Éxodo 20:3).
Le otorgamos el lugar de nuestro tiempo en familia, cuando nos afanamos e ignoramos a los nuestros. Le otorgamos nuestra atención, ignorando a nuestro cónyuge, a veces el trabajo se vuelve nuestra fuente primaria de tranquilidad y esperanza, e incluso comenzamos a olvidar que todo lo bueno viene de Dios, y empezamos a creer que es en nuestras fuerzas y con nuestras capacidades que las cosas suceden (Eclesiastés 5:10-17).
Pero Dios es un inmenso amor y misericordia, nos recuerda en su Palabra, qué lugar debe ocupar el trabajo, y que nuestra dependencia siempre debe estar puesta en Él.
1. De Dios provienen todas las cosas, estamos seguros en su cuidado, y podemos estar seguros de que nada nos falta en Cristo Jesús (Filipenses 4:19-23).
2. Dios proveerá el pan de cada día, Él sabe cuidar de su rebaño, y siempre está actuando en favor nuestro, incluso cuando no lo parece (Mateo 6:11, Mateo 7:11).
3. El Señor tiene pensamientos de bien y no de mal para ti (Jeremías 29:11).
Descansar en estas verdades puede recalibrar nuestra mente y corazón, nos ayudará a bajar las revoluciones, no quiero decir que nos volvamos perezosos o ignoremos nuestras responsabilidades, ¡para nada!, a lo que me refiero es que pondremos orden en nuestras prioridades: DIOS – FAMILIA – TRABAJO, y cuando Dios está en el trono, todo lo demás toma su lugar.
Entonces, ¿qué quiere Dios que entienda hoy sobre mi rol como empleado?
Que nuestro trabajo es un medio, pero no es ni puede ser nuestra fuente de gozo, paz y provisión.
Nuestro desempeño es importante, pero no debe convertirse en nuestra identidad.
El salario es el fruto de nuestro trabajo, pero incluso si este llegará a faltar podemos confiar que si Dios cuida de las aves cuidará también de nosotros.
Preguntas para Reflexionar:
1.¿Qué lugar tiene el trabajo en tu corazón?
2. Puedes pensar en 3 momentos donde Dios ha sido tu proveedor.
Oremos: Gracias por recalibrar mi mente y mi corazón y recordarme que todo lo bueno viene de ti. Ayúdame a vivir en esta verdad, y a vencer el afán, ayúdame a poner mis ojos en ti, para que todo lo que haga en mi trabajo te glorifique a ti.
Acerca de este Plan

Durante mucho tiempo hemos visto el trabajo como una maldición, un duro castigo por el pecado. Pero en este devocional veremos el gran propósito que el trabajo tiene en nuestras vidas, y como en la Biblia, Dios nos anima a ser diligentes en el rol que desempeñamos como empleados. ¡Tres días en los que profundizaremos en lo que Dios desea que seamos en nuestro trabajo!
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Nos gustaría agradecer a Gabriela Palomo de Ramírez por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: linktr.ee/gabitaram_
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