El Espíritu Santo Y Su IdentidadMuestra

"Más que una Fuerza: El Espíritu que Habla, Siente y Guía"

Querido Lector, ¿has pensado alguna vez en el Espíritu Santo como una energía vaga o una fuerza abstracta que te ayuda de vez en cuando? Muchos cristianos viven sin entender que el Espíritu Santo es más que poder: es una Persona real, divina y activa en cada aspecto de nuestra vida. Negarlo o ignorarlo no solo empobrece nuestra vida espiritual, ¡la desconecta de la fuente misma de poder, dirección y consuelo!

La Biblia es clara: el Espíritu Santo no es una “influencia”, es una Persona. El apóstol Pablo dice en 1 Corintios 2:10-11 que Él tiene conocimiento. En 1 Corintios 12:11, vemos que tiene voluntad, y en Romanos 15:30 y Efesios 4:30 se revela que Él siente. El Espíritu Santo no es un "algo", es un “Alguien”.

Desde el principio, ya estaba obrando (Génesis 1:2). En el bautismo de Jesús, lo vemos actuando junto con el Padre y el Hijo (Lucas 3:21-22), y al final del ministerio de Cristo, Jesús promete que el Espíritu será enviado para estar con nosotros, enseñarnos y recordarnos la verdad (Juan 14:26).

Este Espíritu que fue derramado con poder en Pentecostés (Hechos 2:1-4), Y los más maravilloso es que ahora habita en ti si eres creyente en Cristo. No viene para visitarte en momentos emocionales. ¡ Vino a quedarse. A formar parte de ti, a corregir, dirigir, consolar y transformarte!.

Recuerda, no puedes vivir la vida cristiana auténtica sin una relación real con el Espíritu Santo. Ignorarlo es como tener un GPS desconectado mientras manejas en un país desconocido. Él desea hablarte, llenarte y llevarte a una vida sobrenaturalmente guiada.

Por tanto, hoy te invito querido lector a que te dirijas al Espíritu Santo como una persona. Háblale. Escríbele si es necesario. Exprésale tu deseo de conocerlo más.

Y si no has tenido un acercamiento personal con él, haz esta oración: “Espíritu Santo, abre mis ojos para verte como eres: mi guía, mi amigo, mi maestro, mi Dios”.