No Hay Nombre Más Alto: Devocional De 5 Días Para Experimentar VictoriaMuestra

Tu Presencia

¿Alguna vez has intentado aguantar la respiración el mayor tiempo posible? Tal vez como una competencia entre amigos cuando eras niño. O quizás intentaste ver cuánto tiempo podías aguantar la respiración mientras nadabas. Y justo en el momento en que sales del agua para tomar el aire que tanto necesitas, respiras profundamente con todas tus fuerzas para llenar tus pulmones rápidamente. Así como nuestros pulmones necesitan aire, así nuestra alma necesita la presencia de Dios.

El rey David lo expresó así en el Salmo 63:1 (NVI):
«Oh Dios, tú eres mi Dios, yo te busco intensamente;
mi alma tiene sed de ti,
todo mi ser te anhela,
cual tierra seca, extenuada y sedienta».

El rey David entendía cuán valiosa es la presencia de Dios y cuánto la necesitaba de forma constante. Moisés, en el Antiguo Testamento, también valoraba más la presencia de Dios que sus promesas. Él dijo en Éxodo 33:15 (NVI):
«—O vas con todos nosotros —respondió Moisés—, o mejor no nos hagas salir de aquí».
Moisés ni siquiera quería entrar en la tierra prometida sin la presencia de Dios.

El Señor está llamando a su pueblo a valorar Su presencia más que lo que Él pueda hacer por ellos. Él quiere que recordemos que, por medio de la cruz de Jesús, nos ha abierto el camino para entrar a Su presencia, y que nada puede separarnos de Su amor. Como dice Romanos 8:38-39 (NVI):
«Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor».

Ora conmigo esta oración:
Espíritu Santo, recuérdame el valor de la presencia de Dios. Ayúdame a buscar Su presencia más que mis propios planes. Recuérdame el amor del Padre y que nada puede separarme de tu amor. ¡Gracias, Señor, por todo lo que has hecho!