Autorrealización vs. La Cruz: ¿Qué Camino Elegimos?Muestra

La Cruz que Desactiva el Yo

Vivimos en una época donde se habla mucho de “descubrir tu mejor versión”, “seguir tu corazón” o “construir tu propia felicidad”. Pero Jesús no nos invitó a encontrarnos a nosotros mismos... nos llamó a negarnos.

En Mateo 16:24, Jesús no fue suave: “(...) Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz y sígame" (RVR1960).

Esto no suena como el mensaje motivacional que escuchamos a diario, ¿no? Porque no lo es.
La cruz no es un accesorio decorativo ni una idea romántica. La cruz es un altar donde el yo muere y Cristo vive.

Gálatas 2:20 lo pone en palabras más crudas aún: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí (...)”(RVR1960).

Esto es lo opuesto a la autorrealización. Es Cristo-realización. No es “lograr mis sueños”, es “cumplir Su voluntad”. No es “vivir sin límites”, es “vivir rendido a Aquel que me compró”.

Hoy, muchos predican una fe sin cruz. Un evangelio centrado en la felicidad personal, en el éxito visible, en la autoafirmación. Pero cuando quitas la cruz del centro, te quedas con una religión de frases bonitas y vidas vacías.

Pablo lo entendía muy bien. En Hechos 20:24 dijo: “De ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo(...)”(RVR1960).
Y su carrera no era una historia de selfies felices. Fue dolor, prisiones, traiciones, desgaste… pero todo eso era parte del camino de la cruz. Y ahí encontró gozo verdadero.

Seguir a Jesús no significa que todo va a salir como tú quieras. Significa que vas a vivir con propósito eterno, aunque no todo te guste o sea cómodo.
La cruz no es el fin de tu historia… es el inicio de la historia de Dios en ti.

Oración
Jesús, quiero seguirte con sinceridad. Ayudame a dejar de buscar mi gloria y a tomar mi cruz. Que mi vida no esté centrada en mis sueños, sino en tu voluntad. Vive en mí. Vive a través de mí. Amén.

Acción del día
Escribe en tu celular esta frase y úsala como fondo de pantalla:
“Hoy no me realizo. Hoy me rindo".
Y pregúntate durante el día: ¿Qué decisiones estoy tomando que nacen de mi ego y no de mi entrega?