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Día 7: ¡Tu Historia, Tu Súper Poder!

Versículo clave: “Por tanto, todo el que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 10:32 LBLA).

En las películas de superhéroes, cada personaje tiene una "historia de origen". Sabes de dónde vienen, cómo obtuvieron sus poderes y por qué hacen lo que hacen. Es su historia la que los hace únicos, los define y los convierte en héroes.

Tú también tienes una historia. No es de superpoderes fantásticos, sino de un poder que viene del cielo. Es la historia de cómo Jesús ha tocado tu vida y ha empezado a transformarte. Esa historia, tu testimonio personal, no es solo un recuerdo; es una herramienta poderosa que Dios te ha dado. Es tu súper poder para mostrarle a otros que Jesús es real y que puede cambiar vidas. Hoy vamos a descubrir por qué tu historia es tan importante y cómo puedes empezar a compartirla.

Muchas veces pensamos que para hablar de Jesús a alguien tenemos que ser expertos en la Biblia o tener todas las respuestas. ¡Y eso es mentira! 1 Pedro 3:15 nos da un consejo genial: Estén siempre preparados para responder a todo el que pida razón de la esperanza que hay en ustedes. ¿Notas la palabra clave? La esperanza. La gente no necesita que le des un sermón; necesita que le muestres la esperanza que hay en ti. Y tu historia es la mejor forma de hacerlo.

Un testimonio no es una lista perfecta de logros, es una historia honesta del "antes y después". Es el relato de cómo eras antes de Jesús, cómo Él intervino, y cómo eres ahora, sabiendo que el cambio sigue ocurriendo. Es sencillo, real y, sobre todo, poderoso.

La Biblia nos da un ejemplo perfecto de esto. En Juan 9, Jesús sana a un hombre que había sido ciego de nacimiento. Cuando la gente y los líderes religiosos le preguntan qué pasó, él no les da una explicación teológica complicada. Su respuesta es simple y contundente: "Yo solo sé que era ciego, y ahora veo".

Con esta frase, él está contando su historia de una forma muy clara, siguiendo la estructura que te propongo:

1. ANTES: "Yo solo sé que era ciego".
2. JESÚS CAMBIÓ: "Y ahora veo"
3. AHORA: Su vida fue transformada, y su testimonio fue la prueba irrefutable del poder de Jesús.

Lo genial de esta estructura es que se enfoca en lo que Dios ha hecho. No se trata de ti, sino de Él. Y es algo que nadie puede debatir, porque es tu experiencia personal. Es tu "súper poder" porque le da a la gente una prueba de que Jesús no es solo un personaje de la historia, sino un Dios vivo que aún hoy cambia vidas.

Tu historia no tiene que ser perfecta o dramática para ser poderosa. Lo que la hace poderosa es que es tuya, es real, y muestra la fidelidad de Dios.

Aplicación

1. Borra de tu historia: En tu cuaderno (o en tu mente), empieza a responder las tres preguntas de arriba: ¿Cómo era tu vida antes?, ¿Cómo la cambió Jesús?, ¿Cómo es ahora? No te preocupes por la perfección, solo escribe lo que venga a tu mente.
2. Tu frase clave: Piensa en la frase que cierra tu historia, inspirada en el ciego. "Yo solo sé que era... y ahora...". Completa la frase para ti. Por ejemplo: "Yo solo sé que antes vivía con miedo, y ahora tengo paz".
3. Práctica segura: Comparte esta historia con una persona de confianza (Día 6). Pídele que te escuche y te dé su opinión. Esto te ayudará a ganar confianza para el futuro.

Oración: “Querido Jesús, gracias por mi historia. Gracias por el cambio que has empezado a hacer en mi vida. Ayúdame a no tener miedo o vergüenza, sino a ver mi testimonio como una herramienta poderosa para glorificarte. Dame las oportunidades y el valor para compartir la esperanza que solo Tú me has dado. Amén".