"Un Encuentro Real Con El Espíritu Santo: Del Anhelo a La Llenura Transformadora"Muestra

Día 3 Llenos del Espíritu Santo

Vivir una vida llena del Espíritu Santo no es algo reservado para personas especiales o con muchos años en la fe; es el llamado de Dios para todo creyente. No se trata de emociones momentáneas, sino de una relación diaria, real y transformadora con Dios mismo, que habita en nosotros por su Espíritu.

Cuando estamos llenos del Espíritu Santo, nuestro cuerpo deja de ser solo “nuestro” y se convierte en un templo sagrado donde habita Dios mismo. Esto transforma la manera en que vivimos, pensamos y sentimos.

La llenura no es algo estático; pídele a Dios renovar Su Espíritu en ti cada día. “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí".

Así como David, podemos acercarnos a Dios con humildad, pidiendo que nos limpie, nos renueve y nos llene nuevamente con Su Espíritu. No importa nuestro pasado, Dios siempre está dispuesto a restaurar y dar un nuevo comienzo.“El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios".

La llenura del Espíritu Santo renueva nuestra manera de pensar. Él transforma nuestra mente para que no vivamos como el mundo, sino conforme a la voluntad perfecta de Dios. Cuando el Espíritu nos llena, también nos transforma.

Cuando el Espíritu Santo llena nuestra vida, no solo transforma nuestro interior, sino que también afirma nuestra identidad más profunda: somos hijos de Dios. “Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!” (Gálatas 4:6 RVR)

Oración:

Vengo delante de Ti con un corazón humilde y sediento de Tu presencia.
Reconozco que sin Tu Espíritu no puedo vivir una vida que te agrade ni cumplir Tu propósito.

Hoy te pido, Padre, que me llenes con Tu Espíritu Santo. Renueva mi mente, limpia mi corazón y toma control de mi vida, que tu Espíritu me guíe, me fortalezca y me transforme cada día.
Hazme sensible a Tu voz y obediente a Tu voluntad.