Devocional Septiembre "Lámpara a mis pies"Muestra

“Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos” (Salmos 84:10 RVR1960).

Todo este Salmo refleja el amor que David tenía por la casa de Dios, por estar en su presencia. David entendía muy bien que una edificación no podía contener la gloria de Dios y que un lugar terrenal no era lo mismo que la morada celestial, pero aún así David amaba la casa del Señor.

Resulta increíble ver como vemos tantas personas a las que simplemente les da igual ir o no ir a la iglesia, se han acostumbrado a ver servicios desde la “comodidad” del internet o que se atreven a decir que la iglesia no es importante porque “Dios está en todo lugar”. Entonces, ¿Por qué el Salmista sería capaz de decir algo así? Es porque él amaba la casa de Dios.

Ir y amar a la iglesia son dos cosas totalmente diferentes. Ya en meses anteriores habíamos estudiado algunas bendiciones de congregarnos, pero detrás de todo eso debe haber una motivación correcta.

La iglesia no es perfecta para nuestros ojos y es muy difícil que llene la expectativa de todos los que asisten, pero ese nunca ha sido el objetivo. De hecho el objetivo de la iglesia es ser el cuerpo de Jesús, glorificarlo, y mostrar a través de la unidad y el amor que Jesús es real.

Por eso la iglesia es tan hermosa, porque reúne personas con diferentes culturas, historias, ideas, profesiones, etc. Pero todos logran hacerse uno por amor a Jesús.

La iglesia es la organización más maravillosa que existe, y es nuestro esfuerzo consciente de amarla y ser parte de ella a pesar de nuestras diferencias lo que nos va a permitir demostrar a todos el amor de Jesús.

¡Que la oración del Salmista sea también la tuya!