Devocional Septiembre "Lámpara a mis pies"Muestra

“Mas cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció para su ruina; porque se rebeló contra Jehová su Dios, entrando en el templo de Jehová para quemar incienso en el altar del incienso” (2 Crónicas 26:16 RVR1960).

¿Alguna vez tu corazón se ha enaltecido en contra de Dios? Tristemente esto fue lo que le sucedió al Rey Uzías, su vida (como pudiste leer) empezó siguiendo todos los mandamientos de la Palabra, pero terminó apartado de todos, manchado por el pecado y la altivez.

Debemos ser muy cuidadosos de enaltecernos. Usualmente cuando llegamos a los pies de Dios es porque tenemos una gran necesidad, pero cuando esta necesidad es suplida empezamos a buscar nuestro propio camino. No se necesita ser un gran rey para enaltecerse, de hecho esto es más común de lo que debería.

Quizás conoces a alguna persona que estaba clamando por un empleo, pero cuando lo consiguió le dio toda su prioridad y ni siquiera volvió a la iglesia por falta de tiempo. Es en estos detalles sencillos que podemos comprobar si nuestro corazón sigue siendo totalmente fiel a Dios.

¿Oras todos los días o solamente cuando tienes un problema? ¿Lees la Biblia todos los días o solamente cuando te queda tiempo? ¿Aún separas un espacio de tiempo para servir en la iglesia? Ese es el tipo de cosas que hacíamos cuando teníamos ese primer amor, pero que cuando nos sentimos más “fuertes” (como el Rey) dejamos a un lado pensando que no son importantes.

No pierdas el primer amor ni dejes que la llama se apague, no creas que la altivez es solamente para las personas de altas posiciones, y cuídate de dejar atrás a Aquel que lo dio todo por ti.