Refugio en Medio Del TemorMuestra

"No temas, yo estoy contigo"...Te dice el Señor hoy, querido lector.

En mi juventud tuve la bendición de vivir por unos años en Europa, y recuerdo ver la angustia con la que salían a trabajar los padres o madres migrantes, porque no sabían si al final de la jornada, volverían a casa.

Vivir con ese temor constante desgasta el alma. ¿Cómo puede alguien seguir adelante bajo esa presión? Isaías nos recuerda una verdad poderosa: Dios no abandona a los suyos. Él camina con nosotros, incluso en las noches más oscuras.

“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” (Isaías 41:10 RVR1960).

El pueblo de Israel, al que Isaías escribe, también había sido desplazado, oprimido y exiliado. Habían perdido su tierra, su seguridad, su identidad. Sentían que Dios los había olvidado. Pero en medio de esa desesperación, Dios levanta su voz y dice: “No temas”.

Esta no es una orden vacía. Es una promesa con base sólida: “porque yo estoy contigo”. Esa presencia lo cambia todo. No dice: "no temas porque todo va a salir bien", sino: "no temas porque yo estoy contigo, pase lo que pase".

Además, Dios promete cuatro cosas:

1.Te esfuerzo: Él te da nuevas fuerzas cuando ya no puedes más.

2.Te ayudaré: No estás solo. Él está en la lucha contigo.

3.Te sustentaré: Su justicia te levanta, te sostiene cuando te derrumbas.

4. Con mi diestra: Su mano fuerte está sobre ti.

Este pasaje es especialmente poderoso para migrantes que luchan con ansiedad. Dios conoce cada situación legal, cada entrevista con migración, cada temor al abrir la puerta. Y Él va delante de ti.

El miedo puede hacerte sentir pequeño, vulnerable, sin control. Pero Dios te mira con ojos de amor y dice: No temas. Estoy aquí. No te dejaré. No hay situación migratoria que pueda quitarte la presencia de Dios.

Por tanto querido lector. Hoy, haz un acto de fe. Escribe tus temores específicos en un papel. Luego, escribe al lado las palabras de Isaías 41:10. Léelas como una oración. Guarda ese papel en tu billetera o bolso. Cada vez que sientas temor, sácalo y recuerda: No estás enfrentando esto solo. Dios está contigo.