Sin VergüenzaMuestra

Suelta la Capa: Un acto de fe

La historia de Bartimeo en Marcos 10 es un poderoso ejemplo de cómo la fe y la determinación pueden liberarnos de la vergüenza. Bartimeo, ciego y mendigo, vivía marginado, identificado por su necesidad y su discapacidad. Su capa representaba su condición, su dependencia y, tal vez, su vergüenza. Cuando oyó que Jesús pasaba, clamó con desesperación: «Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí».

A pesar de la oposición de quienes lo rodeaban, Bartimeo persistió. Y cuando Jesús lo llamó, la Escritura nos dice algo significativo: «Él, arrojando la capa, dio un salto y se acercó a Jesús». Bartimeo no dudó. Dejó atrás lo que lo identificaba con su pasado de sufrimiento y vergüenza para ir al encuentro de su sanador y libertador.

Hoy, puedes preguntarte: «¿Qué es la capa para mí?». Tal vez sea la vergüenza de un error pasado, el dolor de una traición, la inseguridad por una debilidad aparente. Suelta lo que te tiene atado. Suelta lo que te tiene etiquetado. Suelta lo que te tiene marginado. Dios te invita a vivir una vida plena y libre de la carga de la vergüenza. Dios te ha llamado a vivir sin vergüenza.

Al igual que Bartimeo, que tomó la decisión de dejar atrás su vieja identidad, tú también puedes elegir soltar aquello que te impide avanzar. Es tu decisión soltar, rendirte, entregarte, arrojar la capa y vivir sin vergüenza. No permitas que el pasado te defina. Lánzate con fe hacia Jesús, quien tiene el poder de sanar tus heridas y liberarte de todo lo que intente atarte.

Para pensar:
• Si pudieras quitarte cualquier cosa que te detiene, ¿qué harías diferente hoy? (Piensa en la capa de Bartimeo).
• ¿Qué alegría o paz encontrarías al acercarte a Jesús sin dudar?
• ¿Qué pequeño paso puedes dar hoy para sentir más libertad y el amor de Dios en tu vida?

Oración:
Amado Jesús, gracias por detenerte por Bartimeo y por mí. Ayúdame a identificar y soltar cualquier vergüenza que me impida vivir libremente en tu gracia. En el nombre de Jesús, amén.