Viviendo Con ExpectativasMuestra

Replantearse Lo Que Se Espera

La vida nos entrena para gestionar las expectativas. Aprendemos a no esperar demasiado para no sentirnos decepcionados. O centramos nuestras expectativas en cosas que creemos que nos harán felices: el éxito, la imagen, la popularidad, el control.

Pero, ¿y si tus expectativas son demasiado pequeñas o equivocadas?

En Juan 14, Jesús dijo a sus discípulos algo descabellado. Compruébalo:

Vea el clip de Lumo Juan 14:15-27

Dios mismo como Espíritu Santo vendría a vivir con ellos, los guiará y los consolará para siempre. ¿Qué te parece esto como una gran expectativa?

Cuando esperamos cosas menores, nos conformamos con una vida superficial. Pero cuando empezamos a esperar al Espíritu Santo, a desear realmente su presencia, nos abrimos a una transformación profunda que cambia la vida.

Elevemos nuestras expectativas. Invita al Espíritu a tu situación, a tus sentimientos y a tu día. No tienes que suplicar, sólo ser sincero y esperar que llegue contigo.

Oración:

“Espíritu Santo, muéstrame cómo es elevar mis expectativas de vida contigo. ¿Cómo es realmente este tipo de vida? ¿De qué estoy libre? ¿Para qué estoy hecho? No permitas que me conforme con una vida ordinaria, sino con una que se realice en ti. Amén”.