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Habla Con Corazón

Compartir la palabra de Dios valientemente no significa ser brusco

Pedro nos dice que siempre estemos listos para explicar la esperanza que tenemos, pero debemos hacerlo con gentileza y respeto. Ese balance importa. No compartimos el evangelio para ganar discusiones o probar a los demás que están equivocados. Lo hacemos porque ha cambiado nuestras vidas, y queremos que otros experimenten la misma esperanza

Las mejores conversaciones sobre la fe no empiezan con un discurso. Empiezan con una pregunta. Tal vez la curiosidad de alguien, sus luchas o su búsqueda hace que te hagan una pregunta. Cuando respondes con honestidad y amabilidad, se abre una puerta a algo más profundo

Aquí está la mejor parte: no necesitas un guión perfecto. No necesitas memorizar miles de versos. Solo necesitas estar listo, dispuesto y en busca de la oportunidad para compartir la esperanza que tienes. Dios usará tu historia, tu perspectiva y tu amor para dirigir a las personas hacia Él.