5 Barreras Del Crecimiento FinancieroMuestra

- La vergüenza de aceptar consejo
Uno de los mayores desafíos en la vida cristiana —y en especial en el área de la toma de decisiones— es reconocer que necesitamos ayuda. Desde nuestra naturaleza humana, muchas veces sentimos que pedir consejo es una señal de debilidad, de incapacidad o de falta de fe. Sin embargo, la Palabra de Dios enseña exactamente lo contrario: buscar consejo es un acto de humildad, sabiduría y madurez.
El valor del consejo
Lo primero que debemos entender es que no todos los consejos tienen el mismo valor. Es vital identificar a quién le vamos a pedir orientación. La Biblia afirma que los falsos profetas abundan, y también hay muchas personas bien intencionadas que, aunque nos aman, no tienen la claridad espiritual o la experiencia para guiarnos con verdad. Por eso, debemos buscar consejeros validados por su testimonio, por sus frutos y por su trayectoria. No se trata de perfección, sino de coherencia entre lo que dicen, lo que creen y cómo viven.
Muchas veces buscamos primero la opinión de un amigo cercano, un familiar o alguien con quien tenemos confianza. Y aunque pueden ofrecernos empatía y consuelo, eso no siempre se traduce en dirección sabia. Frente a decisiones importantes —como una inversión, un cambio de trabajo, un matrimonio, o incluso un llamado ministerial— necesitamos más que emociones: necesitamos sabiduría celestial.
Pedir consejo nos hace ver responsables y comprometidos
Ahora bien, romper la barrera del orgullo o la inseguridad no es fácil. A veces sentimos que si preguntamos, quedaremos mal. Que pareceremos ignorantes o inseguros. Pero en realidad, pedir consejo no te hace menos; te hace más responsable. Te muestra comprometido con tus decisiones. Aceptar que no lo sabemos todo nos posiciona en un lugar de aprendizaje, donde Dios puede formar carácter en nosotros.
Es clave hacerlo con respeto, buscando el mejor momento posible. Un buen consejo no es sólo una respuesta correcta: también es el fruto de un corazón dispuesto a escuchar. Te recomendamos anotar tus dudas, priorizarlas según su impacto y prepararte antes de consultar. Esta actitud ordenada y humilde transmite seriedad y honra al consejero.
Pregunta, profundiza e investiga
No olvides que una pregunta puede abrir muchas más, y eso es bueno. En vez de apresurarse con una respuesta superficial, profundiza. Por ejemplo, si quieres invertir tus ahorros en criptomonedas, no te quedes con un "sí o no". Pregunta qué tipos existen, qué nivel de riesgo tienen, cuáles han sido más estables, qué marco legal las regula, y cómo protegerte ante posibles fraudes. Esta forma de indagar no sólo te protege, sino que te capacita para tomar mejores decisiones futuras.
La Biblia nos revela un patrón claro: la victoria llega cuando no se escucha sólo una voz. Dios bendice el consejo en plural. La multitud de consejeros nos ayuda a ver lo que solos no podemos. A veces encontraremos coincidencias, otras veces opiniones opuestas. Eso no debe confundirte. Aún los conceptos antagónicos pueden ser valiosos, porque al compararlos, podemos llegar a una síntesis práctica que aplique a nuestra situación personal.
Recuerda también que el consejo no reemplaza tu responsabilidad. No tomes todo como palabra final solo porque vino de alguien de confianza. La Biblia nos anima a poner todo a prueba y retener lo bueno (1 Tes. 5:21). Es decir, debemos escuchar, orar, meditar, buscar confirmación en la Palabra y actuar con discernimiento.
Pedir consejo también es una expresión de cuerpo. La Iglesia fue diseñada como un cuerpo interdependiente, donde cada parte necesita a la otra. No estamos llamados a vivir una fe solitaria, sino a caminar juntos, aprender unos de otros y edificar en amor.
Proverbios 11:14 (NVI): "Sin dirección, la nación fracasa; la victoria se alcanza con muchos consejeros".
Proverbios 15:22 (NVI): "Cuando falta el consejo, fracasan los planes; cuando abunda el consejo, prosperan".
Si alguna vez te sentiste avergonzado o inseguro por necesitar ayuda, hoy es el momento de romper esa cadena. Pedir consejo es un acto de fe y un paso hacia la victoria. Dios quiere guiarte, y muchas veces lo hará a través de otros. Ten el corazón abierto, los oídos atentos y la Biblia en la mano. Porque en la multitud de consejeros… está la sabiduría de Dios.
Acerca de este Plan

Vemos tantas personas con una vida de Fe y servicio ejemplares, apasionados por las cosas de Dios, siendo Herramienta de Cambio en sus congregaciones, pero siendo prisioneros de la escasez de recursos, siempre esperando el milagro pero desorganizados en el manejo de sus ingresos y egresos, llenos ansiedad al momento de tomar decisiones claves. En este plan veremos cinco barreras que nos separan del desarrollo financiero saludable. ¡Una Gran oportunidad de comenzar un Cambio!
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Nos gustaría agradecer a Lucas Cassino por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.instagram.com/lucas.cassino
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