Liderazgo Que Participa: Un Cuerpo, Un PropósitoMuestra

El amor cubre y conecta
¿Te gusta ser parte activa de tu iglesia? ¿Disfrutas participar en sus actividades y apoyar los procesos que ayudan a construir comunidad?
Tal vez ya haces parte de un equipo, o te encantaría sumarte para servir con propósito.
Ahora bien, ¿alguna vez has sentido que los diferentes grupos dentro de la iglesia trabajan por separado, como si cada uno estuviera en su propio mundo?
¿Te gustaría que esa división se rompiera y que en su lugar exista una verdadera unidad?
¿Quieres ver ese cambio en tu iglesia… y ser parte de la solución?
Entonces este devocional es para ti.
Lo primero que debes entender es que trabajar en islas dentro de una iglesia no es algo que se pueda calificar como normal o bueno. El mismo Dios, en su Palabra, rechaza esta actitud.
En 1 Corintios 12:12-21, Él nos enseña que la iglesia es como un cuerpo humano: está formada por muchos miembros, pero todos son parte del mismo cuerpo, y ninguno puede decir que no necesita a los otros. En Colosenses 1:18, se nos recuerda que Cristo es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, y que todo lo que hacemos debe estar conectado a Él y a Su propósito. Y en Mateo 12:25, Jesús dice claramente: “Todo reino dividido contra sí mismo queda asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no se mantendrá en pie” (NVI).
Después de tener claro que a Dios no le agrada una iglesia fragmentada, necesitamos reconocer algo fundamental: el cambio empieza por uno mismo. Sí, por ti. Por mí. Por cada uno de nosotros que decidimos dar el primer paso hacia la unidad.
Existe una herramienta sencilla pero poderosa: el interés genuino por los demás. Parece algo pequeño, pero cuando lo practicamos, se convierte en una verdadera destructora de muros. Nos impulsa a dejar de ver solo nuestras necesidades y enfocarnos en las personas. Nos cambia el chip: de construir barreras… a construir puentes.
¿Y sabes qué? Este interés no es algo opcional, no es solo “para los más empáticos” o los que “tienen más tiempo”. No. Es una orden directa de Dios. Filipenses 2:4 nos dice claramente: “Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás” (NVI).
La gran pregunta es: ¿Cómo activar en mí el interés por los demás?
Aquí te dejamos algunos pasos que te pueden ayudar:
1. Busca a la persona
Te retamos a que busques una persona que no sea de tu mismo equipo de apoyo dentro de la iglesia. Alguien que haga cosas diferentes a las tuyas. Ora para que Dios te muestre quién es y para que ese encuentro se dé de forma natural. Él abre puertas cuando hay disposición.
2. Usa las preguntas poderosas
Cuando se dé ese encuentro, haz preguntas con intención. Comienza con un simple “¿Cómo estás?” —pero no te quedes con el clásico “bien”. Profundiza. Puedes seguir con algo como: “¿Tienes alguna petición de oración?".
Esa pregunta tiene el poder de abrir el corazón y revelar si hay batallas que esa persona está enfrentando en silencio.
3. Escucha y no des soluciones
No se trata de aconsejar o arreglar todo. A veces, lo más poderoso es simplemente estar. Escuchar. Abrazar con tu presencia y mostrar que no está solo o sola. Ora con esa persona, pídele a Dios que intervenga en su proceso.
4. Dedica tiempo
La unidad no se construye con una sola conversación. Necesitas ser intencional. Vuelve a buscar a esa persona, pregúntale cómo está, sigue orando, sigue estando ahí. Vive el amor como Dios nos enseña en 1 Corintios 13:4-7: con paciencia, bondad y perseverancia.
Te animamos a aceptar este desafío y permitir que Dios te sorprenda en medio del proceso. Cuando decides interesarte genuinamente por otros, no solo ayudas a sanar divisiones… también creces tú.
Acerca de este Plan

Únete a nuestro devocional de 8 días, donde queremos hacerte un llamado como líder cristiano a salir de tu zona de comodidad y actuar con unidad, amor y responsabilidad más allá de tus áreas personales. Dios busca liderazgo comprometido con todo Su cuerpo, no solo con una parte.
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Nos gustaría agradecer a Casa Sobre la Roca, Iglesia Cristiana Integral por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: casaroca.org
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