De la espera a lo inmediatoMuestra

¿Quieres ser sanado?

La pregunta de Jesús: “¿Quieres ser sanado?”, podría parecer fuera de lugar para alguien que esperó tanto tiempo, que sufrió tanto por su condición. Sin embargo, es una pregunta importante. Muchas veces nos aferramos a nuestra condición, porque nuestra identidad está en ella.

De alguna manera recibimos beneficios, empatía o compasión por nuestra condición, y resulta más cómodo quedarnos ahí. Terminamos siendo los protagonistas de nuestra mentalidad de víctima. No nos queremos levantar de donde estamos porque nos gusta esa atención que recibimos.

Viéndolo desde el terreno espiritual hay muchos que no quieren ser sanados de sus pecados, porque están cómodos y no quieren cambiar su estilo de vida. Es importante dar una respuesta a esa pregunta, porque después de tanto tiempo en la misma condición, tú ya no tienes la condición… la condición te tiene a ti.

"Levántate, toma tu camilla y anda", le dijo Jesús al hombre enfermo. Y al instante fue sanado. El milagro llegó sin necesidad de entrar al estanque. Lo que ese hombre no logró en 38 años, Jesús lo hizo en un instante. Y Jesús no solo sanó su cuerpo; restauró su identidad. Ya no era el hombre de la camilla, era libre. Y hoy Jesús sigue haciendo esa misma pregunta. ¿Quieres ser sanado? Porque estar dispuesto es el primer paso hacia el milagro.

¿Qué actitudes o pensamientos podrían estar revelando que nos hemos acostumbrado a nuestra condición más de lo que reconocemos?

Oración: Señor, sáname en cada área de mi vida. No quiero justificar más mi condición, quiero vivir en libertad, caminar en tus promesas y dejar atrás todo lo que me retiene. En el nombre de Jesús, Amén.