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Un Lugar en Las AlturasMuestra

Un Lugar en Las Alturas

DÍA 1 DE 5

Ganas de volar

En ocasiones he soñado que vuelo y que me elevo por encima de las cosas que me rodean. A pesar de ser sólo un sueño, la sensación es fascinante. Siempre pienso en la bendición que tienen las aves de poder alzar el vuelo y vivir la experiencia de estar por encima de todo, debe ser algo realmente maravilloso.

Alzar el vuelo y remontarse a las alturas no es una experiencia que sólo pueden experimentar las aves. Interesantemente, todos los que somos cristianos hemos sido capacitados para volar. No hablo literalmente, claro, me refiero al vuelo que viene como resultado de creer en Jesús. La libertad que su sacrificio nos ha dado, todo lo que alcanzó para nosotros en la cruz nos eleva sobre lo cotidiano y nos remonta a las alturas en las alas de la fe.

Experimentar su gracia y reconocer que Dios nos ama y nos bendice, levanta nuestra vida a unos espacios que no todos son capaces de alcanzar. No es una gracia merecida, todo lo contrario, es el favor de Dios para sus hijos y la promesa de que nuestra vida está escondida en Cristo.

El profeta Habacuc no ignoraba esta verdad, él estaba plenamente convencido de que Dios era quien le elevaba por encima de todas sus circunstancias a espacios de libertad y de victoria. "Jehová el Señor es mi fortaleza, el cual hace mis pies como de ciervas, y en mis alturas me hace andar" (Hab. 3:19 RVR1960).

Pero, aunque esa sea la realidad de los hijos de Dios, no siempre nos sentimos en las alturas. Son momentos en los que nuestros pies están demasiado conscientes de que están pisando tierra y que la fe parece haber dejado de mover las alas. No sentimos el viento que nos invite a volar y el peso de las dificultades y de las situaciones difíciles se acumula sobre nuestras alas.

Aunque la verdad es que eso es algo que nos ocurre, lo es también el hecho de que no es la voluntad de Dios que nos sintamos así. Él quiere que andemos en las alturas confiados en que sigue estando con nosotros. Es cierto que volar no está en nuestras manos, no tenemos ni la capacidad ni el poder para elevarnos sobre los asuntos que nos quieren retener. Es Dios en nosotros quien nos remonta a las alturas.

Lo que sí podemos hacer es pedirle al Señor que fortalezca nuestra fe, que nos ayude a seguir creyendo aún cuando tengamos que enfrentar la adversidad. Pedir que no nos olvidemos que es por su gracia y su bondad que podemos estar en las alturas, que es Él quien eleva nuestra alma a un espacio de fe y confianza en el que podemos descansar y continuar agarrados de sus promesas.

"...Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas..." (Is. 40:31 RVR1960).

Acerca de este Plan

Un Lugar en Las Alturas

Hay un lugar en las alturas en las que Dios quiere que sus hijos estén. Es un lugar de fe, de confianza y de reposo. No es un espacio para algunos, es un lugar para todos. En este plan de cinco días dejaremos que la Palabra nos lleve de la mano para que veamos cuál es ese lugar y cómo podemos elevarnos en fe a esas alturas.

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Nos gustaría agradecer a Grettchen Figueroa por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: facebook.com/GrettchenStage